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Un modelo de sinergia social, colaboración y cooperación, la Solidaridad Española PANDEMIA C-19 Y EMPRESAS SOLIDARIAS

11 de junio de 2020

 

De la conducta de cada uno depende el destino de todos (Alejandro Magno)

La crisis sanitaria, el estado de alarma y el confinamiento ciudadano han mostrado la peor y la mejor cara del ser humano. Miedo, oportunismo, indiferencia, compras frenéticas, generosidad, cooperación o solidaridad, son conductas y sentimientos contrapuestos que se repiten como patrones en el curso de desgracias colectivas.

En este tipo de acontecimientos imprevistos, las administraciones públicas suelen mostrarse insuficientes para dar respuesta a todas las necesidades demandas, porque “El hombre vive bajo el principio de escasez. Los recursos de que dispone para satisfacer sus necesidades son limitados” (Fuentes Quintana).

Cuando esa escasez se agudiza, entra en escena la actividad solidaria de personas anónimas, personajes famosos, empresas, ONGs y asociaciones de naturaleza social constituidas para tal fin, o Tercer Sector.

Precisamente, quiero poner el acento en las empresas, atrapadas por la crisis, ERTEs, suspensiones de actividad, disminución de la capacidad productiva de bienes y servicios y descenso de ingresos y beneficios- irradiando los fatales efectos hasta la base de la pirámide –sus trabajadores-.

A pesar de las dificultades, algunas de ellas han tenido la probidad de prestar ayuda a la sociedad, siendo conscientes de su papel como eslabón en la cadena económica y social, porque esa cadena puede ser tan fuerte como su eslabón más débil. La caída de unas empresas arrastra inevitablemente a otras. Mantener y mejorar el estado del bienestar debería ser un objetivo de todos.

¿De qué forma han activado las empresas el factor de la solidaridad?

Algunas empresas, en un ejercicio de empatía e imaginación, han aprovechado sus infraestructuras para reorientar su negocio a corto plazo hacia objetivos que no se hallaban en sus planes, colaborando con el sector sanitario en la lucha contra el Covid-19. De confeccionar prendas de vestir a fabricar mascarillas o batas sanitarias, de elaborar whisky o cerveza a producir gel hidroalcohólico o siendo capaces de fabricar respiradores artificiales en lugar de piezas de automoción.

Esta nueva y provisional orientación empresarial, en muchos casos con “beneficio cero”, se enmarca en el compromiso real de muchas organizaciones con sus principios de responsabilidad social corporativa.

Otras se han esforzado incentivando económicamente a sus trabajadores para no suspender la producción y evitar expedientes de regulación de empleo o cierres temporales.

Las entidades financieras han asumido un rol solidario con medidas favorables para pymes y pensionistas clientes. Pequeños comercios y restaurantes se han sumergido por primera vez en el eCommerce, repartiendo sus productos y prestando servicios a domicilio.

Otras asociaciones empresariales han optado por recaudar fondos por medio de campañas o destinando un porcentaje de su facturación, tanto a los más desfavorecidos, como a proyectos de investigación para luchar contra el coronavirus.

Entre los autónomos se han dado infinidad de conductas solidarias. Taxistas trasladando gratis a pacientes y sanitarios o farmacéuticos que han repartido medicamentos en sus propios vehículos. Emprendedores y startups han dedicado su esfuerzo, experiencia y dominio de las TIC al servicio de la lucha contra la pandemia y sus efectos. …la lista sería interminable si saliera a la luz toda la solidaridad anónima desplegada.

En fin, el esfuerzo siempre merece una recompensa para que resulte ejemplarizante… por ello en Fraternidad-Muprespa estamos trabajando en el sencillo proyecto #MutualistasSolidariosFM, una iniciativa con la que nos proponemos rendir un humilde homenaje a todas aquellas empresas, independientemente de su tamaño, autónomos, asociaciones e instituciones oficiales asociadas a nuestra entidad, que hayan llevado a cabo algún tipo de acción solidaria o un plus de esfuerzo en su labor cotidiana para paliar los efectos de esta crisis.

Nuestra Entidad, por medio del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, que pasó en pocas horas de ser exclusivamente un referente en la gestión asistencial de accidentes de trabajo a convertirse en “hospital Covid”, compaginando ambas actividades, ha experimentado esta prueba de fuego que nuestros profesionales han superado con una nota muy alta, adaptándose rápidamente al nuevo desempeño con un tipo de pacientes y una patología con los que trataban por primera vez. Desgraciadamente siempre recordaremos con dolor a los ingresados que no pudieron superarlo y, con gran satisfacción, a quienes lograron recuperarse y sobrevivieron para contarlo.

Esta breve sucesión de conductas solidarias, esfuerzos y sacrificios desempeñados por empresas, empresarios, autónomos, emprendedores y trabajadores por propia voluntad, con la única presión que aquella autoimpuesta, surgidas en distinto tiempo y lugar, de diversa naturaleza e intensidad, aportando dinero, productos, servicios, tiempo, conocimiento o aliento, demuestra la teoría de que el caos siempre conlleva cierto hermoso orden, a modo de “efecto mariposa” de la solidaridad.

Se podría afirmar que la filosofía empresarial Givers-Gain “si das, recibes” es una nueva versión del karma, del principio de reciprocidad puesto en marcha por las empresas, prestándose ayuda entre sí, de capital, logística o conocimientos, con el bien común social como objetivo. Un modelo de sinergia social, colaboración y cooperación de los que no andamos muy sobrados. Felicitémonos por estas manifestaciones de solidaridad.

 

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