17 de octubre de 2023
Partimos de la premisa de que la igualdad de género y el fomento del liderazgo femenino son objetivos fundamentales en la mayoría de las organizaciones empresariales. Esta premisa se basa en evidencias sólidas que demuestran que las empresas con una presencia significativa de mujeres en puestos directivos y de liderazgo tienen beneficios tangibles y positivos en diversos aspectos.
El estudio «The Business Case for Change» de la Organización Mundial del Trabajo, proporciona datos concretos que respaldan la importancia de la diversidad de género en el ámbito empresarial. Algunos de los beneficios clave incluyen mayor rentabilidad financiera, innovación y creatividad mejoradas, menor riesgo de insolvencia, captación de nuevos clientes, menor rotación de personal y una mejor imagen externa y reputación para las empresas.
A pesar de este conocimiento y de los beneficios demostrados, todavía existe una brecha significativa en la representación de mujeres en posiciones de liderazgo en las empresas. Este desafío es complejo y requiere un esfuerzo continuo y coordinado por parte de las organizaciones, los gobiernos y la sociedad en su conjunto para abordar las barreras y crear entornos laborales más equitativos y justos.
Es fundamental reconocer que alcanzar la paridad de género en puestos de responsabilidad no solo es un imperativo ético, sino también una necesidad para garantizar la competitividad y el éxito a largo plazo de las empresas en un mundo cada vez más diverso e interconectado. Este desafío no solo es responsabilidad de las empresas, sino también de toda la sociedad, para crear un futuro donde la igualdad de género sea una realidad en todos los ámbitos de la vida.
El término «techo de cristal» ha sido ampliamente utilizado para describir la barrera invisible que impide a las mujeres ascender a puestos de mayor responsabilidad en las organizaciones. Sin embargo, esta limitación ya no se presenta como un solo techo, sino como múltiples «peldaños rotos» a lo largo de la escalera de la igualdad.
Estos peldaños rotos representan los diversos obstáculos y desafíos que las mujeres enfrentan en diferentes etapas de sus carreras profesionales.
Algunos de estos obstáculos incluyen:
Abordar estos obstáculos requiere un esfuerzo conjunto de las organizaciones, líderes, empleados y la sociedad en su conjunto. La conciencia, la educación y la acción son clave para superar estos desafíos y crear un entorno laboral verdaderamente equitativo y diverso.
Estas son algunas acciones adicionales que pueden contribuir a este cambio:
1) Promoción activa de la diversidad: las organizaciones pueden establecer metas y políticas específicas para aumentar la representación de grupos subrepresentados en todos los niveles de la empresa, incluidos roles de liderazgo.
2) Formación en diversidad e inclusión: proporcionar formación y sensibilización sobre diversidad e inclusión para todos los empleados puede ayudar a reducir sesgos inconscientes y fomentar un ambiente más inclusivo.
3) Mentorización: fomentar programas de mentoría y patrocinio para que las mujeres y otros grupos subrepresentados tengan acceso a orientación y apoyo de líderes establecidos en la organización.
4) Políticas de igualdad de género: implementar políticas de igualdad de género, como la equidad salarial y la flexibilidad laboral, para garantizar un entorno que permita a las mujeres prosperar en sus carreras.
5) Medición y seguimiento: establecer métricas y realizar un seguimiento continuo de los avances en la diversidad y la inclusión puede ayudar a las organizaciones a evaluar su progreso y tomar medidas correctivas cuando sea necesario.
6) Participación en redes y colaboraciones: unirse a redes empresariales y colaborar con otras organizaciones y entidades comprometidas con la diversidad e inclusión puede proporcionar perspectivas y recursos adicionales.
7) Celebración del éxito: reconocer y celebrar los logros de las mujeres y otros grupos subrepresentados en la empresa puede inspirar a otros y reforzar la importancia de la diversidad en el lugar de trabajo.
Es importante destacar que la diversidad no solo es una cuestión de género, sino que incluye factores como la raza, la orientación sexual, la edad y otros aspectos. El compromiso con la diversidad y la inclusión debe ser integral y abarcar a todos los empleados.
A medida que más organizaciones adopten estas prácticas y se comprometan con la diversidad, estaremos un paso más cerca de crear entornos laborales verdaderamente diversos, inclusivos y equitativos.
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