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Las competencias digitales como palanca de la transformación digital

 

España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales, según Informe DESI (Índice de Economía y Sociedad Digitales).

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia que el reto de la digitalización no es algo optativo; lo que era un objetivo en el medio o largo plazo, se ha convertido en una prioridad y una urgencia del corto plazo, de la que depende la supervivencia de la mayoría de las empresas. Teniendo en consideración lo mucho que nos está ayudando la tecnología y la digitalización en estos duros momentos, resulta imprescindible hacer un mayor esfuerzo por consolidar y aumentar el avance tecnológico en España y sus empresas.

El presidente de Telefónica, Jose Mª Álvarez Pallete, señalaba en su intervención en la Cumbre Empresarial de CEOE del pasado mes de junio: «Es como si nos hubieran metido en una cápsula del tiempo y hubiéramos avanzado cinco años en digitalización». En la misma línea, Fuencisla Clemares, directora Google España, se refería, en esa misma cumbre, a que «el COVID ha puesto de manifiesto la relevancia de la tecnología en todos los ámbitos». «Creo que también nos ha marcado el camino de la recuperación, que no es otro que seguir apostando por la digitalización de la empresa y de las instituciones españolas a todos los niveles», añadía.

El último Informe DESI “Índice de Economía y Sociedad Digitales”, que mide el rendimiento y evolución de los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital, recoge, entre otros indicadores, el capital humano. «España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales», precisa.

En la última edición del Plan Digital 2025 de la CEOE publicada en junio 2020, pone de manifiesto así mismo que «el empleado del futuro debe reunir aquellas competencias que le permitan una mayor adaptación al cambio.(…) Si los trabajadores son formados en las nuevas tecnologías que les afectan a su trabajo, se propicia una mayor adaptación al cambio cultural».

CEOE Campus conoce de primera mano los retos a los que se enfrentan las empresas y sus profesionales, y les brindamos las herramientas de desarrollo que necesitan para impulsar su competitividad. Por esta razón, y con el objetivo de promover la digitalización en España mediante el conocimiento, hemos cerrado una alianza con The Valley Digital Business School. Con este acuerdo, CEOE Campus y The Valley trabajarán en conjunto para ofrecer a profesionales y empresas el acceso a la formación en competencias digitales que precisan para mejorar su competitividad en el mercado y sus oportunidades de empleabilidad, reducir sus tiempos de reacción ante los cambios de la economía digital, incrementar su adaptación y acelerar su aplicación a las nuevas circunstancias.

La colaboración de The Valley como partner académico de CEOE Campus en los programas de digitalización inicia su andadura con Claves de la Digitalización, que comienza el próximo 5 de octubre, Programa Profesional Digital, que iniciará el 12 de noviembre, y Programa Líder Digital en 2021.

En palabras de Nuria Torrijos, directora del área Digitalización en CEOE Campus, «la transformación digital se ha acelerado desde la irrupción de la pandemia, sin embargo, el reto está ahora en los profesionales que tenemos que cambiar el CHIP cultural abrazando la tecnología e innovación continua. Esta colaboración posibilita sumar a aquellos profesionales que todavía no lo han hecho»

Para Ana Delgado, Chief Education Officer & Partner en The Valley y directora académica del programa, «la llegada de la pandemia ha cambiado la forma de hacer las cosas, tanto en el ámbito personal como profesional. Nos encontramos ahora en un entorno cambiante que ha puesto en evidencia la necesidad de contar con habilidades digitales que permitan a los profesionales adecuar los procesos a la nueva realidad, para seguir siendo exitosos y relevantes. Así, con este acuerdo, ponemos a disposición el expertise del ecosistema digital The Valley, para seguir ayudando a empresas y profesionales a aprovechar las oportunidades de la economía digital, teniendo siempre como premisa el conocimiento».

CEOE Campus en #CEOPorLaDiversidad

Nuestra directora, Mª Teresa Gómez Condado, ha participado en el Webinar organizado el pasado 9 de junio por Fundación Adecco y Fundación CEOE, #CEOPorLaDiversidad: ¿Cómo impactará ka crisis de ka COVID19 sobre las estrategias de Diversidad, Equidad e Inclusión?

En su intervención destacó cómo el avance imparable de la Digitalización es una de las consecuencias más importantes que deja el COVID: «En tres mese hemos avanzado años. Y es un tema que no va a cambiar

Cita a Marie Curie «No hay que temer nada en la vida, pero hay que tratar de comprenderla». 

Y también dedicó palabras a la diversidad y al papel de la mujer en esta pandemia: «esperemos que la crisis no impida que los avances que han conseguido las mujeres, no sufra un retroceso

Desde CEOE Campus, «queremos acompañar a las empresas en estos momentos tan difíciles» concluyó Mª Teresa Gómez Condado.

 

Novedades para la formación en las empresas

Desde CEOE Campus queremos anticiparte la Resolución de Medidas extraordinarias COVID-19 que publica el SEPE, para dar respuesta a la situación creada en el ámbito de la Formación Profesional para al Empleo, como consecuencia de la declaración del Estado de Alarma.

La Resolución publicada en el BOE y las medidas en ella contempladas, son de aplicación tanto a las convocatorias estatales aprobadas (subvenciones) como a la Formación Programada por las empresas (bonificaciones), si bien de forma no simétrica.

Entre estas medidas, podemos destacar las siguientes que tienen un impacto directo en la Formación que están realizando las empresas:

  • Las acciones en metodología presencial, incluyendo la parte presencial de la metodología mixta, podrán reconvertirse en “aula virtual” o en teleformación en los términos y condiciones previstos en dicha norma. Este cambio de modalidad no afectará al módulo económico inicialmente aprobado.
  • Se amplían las entidades que pueden impartir formación, y se permite de forma expresa la participación en la formación de los trabajadores afectados por ERTE, con independencia de la causa del mismo.
  • Se reducen los plazos de comunicación de inicio de los cursos y de modificación de datos a 2 y 1 día, respectivamente.
  • Se permite seguir disfrutando de los Permisos Individuales de Formación, si el centro de formación ha habilitado medidas para continuar con las clases.
  • Según el art. 2 de la Resolución, para acogerse a estas medidas las empresas o entidades de formación deberán mantener su plantilla media de los 6 meses anteriores a la declaración del Estado de Alarma durante el tiempo que dure la impartición de las acciones formativas a realizar con arreglo a esta Resolución. Dicho art. 2 contiene algunas aclaraciones sobre el cómputo de esa plantilla media.

Por último, conforme manifestó el SEPE en las últimas reuniones con los interlocutores sociales, el presupuesto del 2020 de la formación realizada por las empresas mediante el sistema de bonificaciones, está asegurada, con independencia de las referencias financieras contenidas en el Real Decreto Ley 11/2020.

Ver BOE 17-04-2020

CEOE Campus con las “Empresas Que Ayudan”

El proyecto EMPRESAS QUE AYUDAN de Fundación CEOE abre sus líneas para empezar a canalizar donaciones empresariales frente al COVID-19

El proyecto solidario EMPRESAS QUE AYUDAN, con el que la Fundación CEOE va a coordinar las aportaciones solidarias de empresas y las necesidades de materiales y servicios que vayan surgiendo en la lucha contra el COVID-19, ya es una realidad.

Abiertas las líneas de comunicación y registrando las primeras aportaciones por parte de empresas colaboradoras, al tiempo que se han detectado ya numerosas necesidades de todo tipo; desde material sanitario hasta servicios de telefonía o tablets. Fruto de estas primeras entradas, ya se está empezando a canalizar las primeras ayudas.

De esta forma, la Fundación CEOE ya está poniendo de manera efectiva sus recursos al servicio de esta voluntad colaborativa de las empresas que empezó a surgir desde el inicio de la crisis sanitaria del COVID-19, de forma que podrá multiplicar su eficacia, articulando ofertas y atendiendo al mayor número posible de necesidades.

Para lograr una mayor difusión y coordinación del proyecto, la Fundación CEOE ha puesto en marcha la página web http://www.empresasqueayudan.com/, en la que los interesados pueden encontrar una explicación pormenorizada del proyecto, así como toda la información necesaria para colaborar en esta iniciativa solidaria.

Precisamente para aquellas empresas que quieran dar su apoyo y ofrecer aportaciones, pero también para todas aquellas instancias que quieran trasladar sus necesidades, está abierta ya la línea de teléfono 919100486 y el correspondiente formulario en la página web del proyecto

Empresas que ayudan

 

Liderar en tiempos de incertidumbre

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La crisis del COVID-19 trae en jaque a todo el planeta Tierra

Abro esta tribuna como si de una película de ciencia ficción se tratara, y no es para menos. Si hace tres meses nos hubieran adelantado la guerra que íbamos a librar estos días, pensaríamos que nos estaban tomando el pelo. En un momento donde viajar es más fácil y barato que nunca, cuando nos parecía que las fronteras eran cosa del ayer, la globalización nos ha lanzado un ataque por sorpresa, cargándonos con una pandemia que ya se compara con la famosa y fatídica gripe española.

Muchos hemos conocido por primera vez el confinamiento y la ausencia de libertad de movimientos, como en cualquier situación bélica, y en esta década donde parecían cobrar protagonismo las redes sociales, la robótica o la inteligencia artificial, ansiamos como jamás antes el contacto personal. Necesitamos mostrar nuestro aspecto más humano y los aplausos colectivos de la resistencia desde los balcones de nuestros hogares son muestra de ello.

Mientras, estamos acostumbrándonos a hacer ejercicio en casa y al teletrabajo convirtiendo todas las habitaciones en despachos o aulas de clase improvisadas como medida temporal hasta que el fin del estado de alarma nos devuelva la normalidad y la rutina a nuestras vidas.

En estos días de locura, casi de forma enfermiza, volvemos a escuchar sin cesar la frase de que faltan líderes o de que nos están fallando los que tenemos. Esto no cambia. Con o sin crisis, con o sin incertidumbre siempre necesitamos líderes. Buenos líderes. Pero los buenos líderes no salen de un día para otro, el liderazgo es un proceso que se trabaja en el tiempo, es una moneda de dos caras, no hay líder sin seguidor, ni seguidor sin líder, y no nos engañemos, es el seguidor quien decide a quién acepta como líder. Por eso el liderazgo no es fácil de improvisar en momentos de crisis. Si no se han hecho los deberes antes, es difícil aprobar.

En las empresas se olvida continuamente que es el equipo quien acepta al líder. Se confunde líder con manager de una forma absolutamente pueril. Una posición en el organigrama no otorga liderazgo y en momentos de incertidumbre es dónde más se pone de manifiesto. Si no se consigue inspirar a los equipos para remar en la misma dirección, entonces no hay líderes. Habrá jefes, pero no líderes. Si no se ha trabajado antes la confianza mutua, la empatía, la honestidad, y la generosidad en grupo, puede que un jefe consiga que sus subordinados hagan sus tareas (incluso teletrabajando), pero ante una situación complicada como la actual será difícil conseguir cambios útiles, que a fin de cuenta es lo que persigue un buen líder.

Bien es sabido que nada suscita más confianza y credibilidad que liderar desde el ejemplo, es la mejor forma de generar influencia y conseguir los objetivos comunes. El reto en momentos de incertidumbre es acordar esos objetivos comunes, pues son tiempos donde surge el miedo, y con él los individualismos. Si el punto de partida es un equipo cohexionado será más fácil ganarle la batalla al miedo desde una posición realista. Y de nuevo para tener un equipo unido se requiere un trabajo previo, bajo la confianza mutua y también bajo el optimismo. En la salud, qué importante es tener una actitud positiva y optimista para afrontar, que no vencer, una enfermedad. Por analogía, en una crisis la actitud es vital para afrontar los problemas incluso en situaciones tan adversas como la que vivimos hoy con una recesión económica a la vista. El buen humor y el respeto por las diferencias entre los miembros del equipo son muy buenas bazas.

Estos días vamos como locos, trabajando jornadas maratonianas, muchas veces sin saber bien qué perseguimos. Recibimos y damos instrucciones que cambian a diario. Es normal, y la flexibilidad es un atributo al que deberemos prestar especial importancia. Un buen líder debe admitir primero y transmitir después al equipo esta incertidumbre evitando generar más ansiedad de la necesaria. Porque ansiedad habrá y debemos permitir a nuestros colaboradores espacios para mostrarla, incluso debemos permitirnos como líderes mostrar y compartir con nuestro equipo nuestras propias preocupaciones. He visto muchas veces a personas intentar mostrar una seguridad que no se tiene, cuando lo único que se consigue es romper la confianza que se ha creado antes en el proceso de liderazgo. La humildad es otro atributo que no puede faltar al buen líder. Si el equipo es fuerte, saldrán todos más fortalecidos superando juntos todas las dificultades, dolorosamente conscientes de que algunos, si no muchos, se quedarán por el camino.

En definitiva, no creo que exista una receta de liderazgo especial para momentos de incertidumbre, creo firmemente en la continuidad de un proceso natural donde líder y equipo crecerán juntos y saldrán mejor preparados para la siguiente crisis. Porque la habrá. Como en todo proceso, me llevo un aprendizaje: el respeto y el cariño son armas muy potentes, usémoslas en esta guerra que lamentablemente nos ha tocado vivir y conseguiremos sin duda mitigar las bajas.

 

Rosa_Allegue

La ciberseguridad en el teletrabajo

Ciberseguridad coronavirus

Estamos viviendo unos días, que según parece podrán ser semanas, muy duras para la población, pero también para muchos empresarios, pymes, autónomos, que, después de bregar con las pasadas crisis, estaban empezando a levantar sus empresas, siempre con gran esfuerzo y mucha dedicación.

Es verdad que dichas crisis nos hicieron más fuertes, mucho más de lo que nunca pensamos que podíamos ser, y aprendimos a adaptarnos con rapidez para poder sobrevivir.

Pero, en todo caso, lo que no se planteó o imaginábamos bajo ningún supuesto, es que la actividad económica tuviera que estar sustentada en el teletrabajo.

En 2005 iniciamos lo que entonces se denominó “informatizar” a la ciudadanía y las pymes. Esto consistía tan solo en que los más pudientes tuviéramos un ordenador y un ADSL de 10MB ¡¡Total, nada!!.

Años después, surgió lo que hemos llamado “la digitalización”, que, por mi edad, me suena a lo mismo que “informatizar”, pero con tecnologías más avanzadas, con más posibilidades y mayor rapidez.

Ahora tenemos móviles inteligentes, portátiles, fibra a 600MB y un sinfín de tecnologías que, hace apenas 15 años, nunca pensamos que pudieran ser asequibles a la inmensa mayoría de ciudadanos y empresas.

Eso sí, ni entonces ni ahora, hemos tomado conciencia de que la ciberseguridad es un factor clave para el progreso, la digitalización y el futuro. Muchas empresas tienen implantadas algunas medidas de seguridad digital, tales como antivirus o VPNs corporativas. Sin embargo, todavía existen espacios por donde el ciberdelincuente puede actuar cuando el empleado trabaja desde casa.

Es más, esta crisis va a cambiar el paradigma de la delincuencia. El estado de confinamiento ha sacado de las calles a los delincuentes tradicionales, que tampoco pueden atacar los hogares que están permanentemente ocupados, por lo que la delincuencia también se va a trasladar al mundo digital.

Lo cierto es que no estamos capacitados para teletrabajar y eso se nota cuando nos comparamos con otros países. Por ejemplo, Suecia, Islandia, Holanda o Luxemburgo tienen por encima del 20% de su población activa preparada para el teletrabajo, alguno casi llega al 30%. Nosotros estamos apenas por encima del 3%, a la altura de países como Malta, Hungría o Grecia.

Pero, tampoco estamos preparados porque no existen las condiciones para ello. Muchas empresas no están preparadas técnica ni operativamente. Ni los empleados, en un país marcado por la cultura del presentismo, que no siempre cuentan con las condiciones adecuadas para trabajar en casa.

Independientemente de esta crisis coyuntural, el teletrabajo es una medida muy positiva que deberían implantar el máximo de empresas.

Hay muchísimos beneficios del teletrabajo: reducción de costes, mejora la eficiencia, ayuda en la flexibilidad y conciliación laboral. Pero, no sólo es eso. El teletrabajo permite reducir los desplazamientos al trabajo y, en consecuencia, mejorar el medioambiente haciendo que nuestras empresas sean empresas del futuro y se adapten a los nuevos tiempos que nos van a tocar vivir.

No quiero ser agorero, ni siquiera realista, pero lo que si está claro es que si no actuamos para preparar a nuestro país para salir de una crisis como esta del Coronavirus, y se tomen medidas para que se pueda implantar el teletrabajo en las mejores condiciones, posiblemente de la próxima no nos recuperemos.

La cuestión es, ¿qué podemos hacer?

Es muy sencillo, sólo hay que mirar atrás y revisar qué iniciativas han permitido impulsar cambios importantes en la sociedad.

Por ejemplo, en 2006, siendo Director General de Fundetec, con el apoyo de TODOS los partidos políticos representados en el Congreso de los Diputados, promovimos, y se consiguió aprobar, una ley que definía el programa Hogar Conectado a Internet (HCI) que concedía incentivos fiscales a las empresas para dotar a sus empleados de equipamiento informático y conexión a internet para su uso doméstico.

Estos incentivos permitían a las empresas la aplicación de una deducción de entre el 5 y el 10% en el Impuesto sobre Sociedades, y además, estos gastos de adquisición se consideraban como formación profesional, y no retribución en especie al trabajador, por lo que estaban exentos de IRPF.

Gracias al impulso de esta ley del 2006, se consiguió que, hasta el 2014, se adjudicarán más de 800.000 programas HCI, beneficiando a esos tantos trabajadores.

¿Que pasaría si para avanzar en el teletrabajo en España, hacer que fuera más extendido y, sobre todo, más seguro, se repitiera un programa similar, en donde se incluyeran herramientas de ciberseguridad como antivirus, WIFIs seguras, VPNs, etc.?

En estos momentos ya disponemos en España de tecnología VPN por 1€/mes , WIFIs seguras desde 20€/mes o antivirus por menos de 5€/mes, muchas de ellas, además, de empresas españolas.

Teletrabajar está bien, sin duda, pero debemos considerar que los entornos empresariales tienen infinita más seguridad que los del hogar, y seguir realizando nuestro trabajo desde casa, como si estuviéramos en la oficina, requiere no solo de ordenador y banda ancha, sino también de aplicaciones que lo soporten y seguridad que proteja ese entorno del hogar como si estuviéramos en nuestros puestos de trabajo.

Además, demanda poner en marcha nuevos procedimientos y herramientas para favorecer la comunicación de forma remota, implantar nuevas metodologías de evaluación del desempeño de los empleados basadas en objetivos, así cómo entrenar a los empleados a desarrollar su trabajo sin necesidad de tener supervisión constante.

En definitiva, esta crisis debe ser una oportunidad para poner a las empresas españolas a la vanguardia de la digitalización. Si hemos estado postergando esta tarea, es el momento de que agentes sociales, empresas y administraciones cojan el toro por los cuernos e impulsen medidas que permitan acelerar este proceso para estar preparados para la nueva era que se iniciará tras superar la crisis sanitaria.

 

Firma Blog Alfonso Arbaiza

La Formación en los tiempos del Coronavirus

Juan Carlos Tejeda

Cuando empezábamos a creernos que el conocimiento era un factor clave de producción empresarial y que la formación era una herramienta imprescindible para poder mejorar la competitividad de las empresas y la actualización de las capacidades profesionales, ha llegado el coronavirus COVID-19, y ha paralizado todo.

La formación presencial que se estaba impartiendo en las empresas se ha visto suspendida hasta que esta alerta sanitaria pase, manteniéndose únicamente la que se desarrolla a través de modalidad “a distancia” y “on line”, tal y como ha establecido el artículo 9 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo.

Resulta imprescindible que las diferentes administraciones públicas sean los suficientemente flexibles para que las empresas no tengan problemas en el consumo de sus créditos formativos, que aplican mediante bonificaciones en sus cotizaciones sociales, a la hora de sustituir las sesiones presenciales previstas por sesiones realizadas a través de medios telemáticos, como plataformas virtuales, videoconferencias, simuladores, etc., ya que todos los procesos formativos deben continuar.

No debemos olvidar que toda crisis puede suponer una oportunidad, y en este caso, esta formación on line, además del notable impulso que está suponiendo a la digitalización de nuestro tejido empresarial conformado mayoritariamente por pymes, contribuirá a que aquellos trabajadores que lamentablemente pasen a situación de suspensión temporal de empleo o al desempleo, reciban formación que les permita mejorar su cualificación y les facilite su rápida reincorporación al mercado laboral, para cuando esta situación por fin concluya.

No quiero olvidarme de todos aquellos profesionales que deben seguir trabajando durante estas circunstancias excepcionales en sectores como sanidad, limpieza, mantenimientos, etc. en los que necesitan seguir formándose de forma urgente e inmediata en materias como la “Gestión y tratamiento del Covid-19”, “Riesgos biológicos”, “Utilización de Equipos de Protección Individual (EPIs)”, etc., de forma que puedan seguir prestando sus servicios profesionales con la mayores garantía de seguridad e higiene en el trabajo.

Desde CEOE y su Instituto de Formación, CEOE CAMPUS, no podemos mirar para otro lado. Nuestro compromiso y corresponsabilidad social nos obligan a seguir realizando propuestas imaginativas y posibilistas y a continuar poniendo en marcha Programas de elevado impacto empresarial, como el Proyecto PROMOCIONA, Proyecto PROGRESA o el Programa de Lideres Digitales, para que la formación en nuestro país no se paralice y que, una vez salgamos de esta emergencia sanitaria, toda aquella formación que hayamos podido realizar nos ayude a mejorar la productividad y la competitividad de nuestras empresas, haciéndola equiparable a las que tienen los países de nuestro entorno.

 

Juan Carlos Tejeda
Director de Educación y Formación de CEOE.
Director de Programa e Innovación en CEOE CAMPUS.