Skip to main content

Inversión de Impacto: Avanzando juntos hacia un nuevo tiempo

SpainNAB – Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto – nace hace dos años como resultado de la adhesión de nuestro país al Global Steering Group for Impact Investment.

Desde entonces el ecosistema de impacto ha crecido y se ha fortalecido. Los logros conseguidos pueden medirse en cifras. Si en junio de 2019 partíamos de una cifra de inversión de impacto de 90 millones de euros en activos bajo gestión concentrada en fondos de VC, el volumen de la inversión de impacto en 2020 alcanzó más de 2.300 millones de euros, 26% más que el año anterior y logrando superar con creces el objetivo que nos marcamos hace dos años de multiplicar por cuatro el volumen de este tipo de inversión.

 

«A los importantes retos que nos enfrentábamos en aquel momento,

como la crisis climática, se le han sumado las consecuencias

devastadoras de la pandemia COVID-19″

 

Para explorar el potencial de la inversión de impacto en la solución de estos retos, del 14 al 17 de junio celebramos nuestro evento anual donde reunimos a diferentes representantes del sector público, financiero, empresarial y social con el objetivo de sentar las bases de la economía del futuro en nuestro país y avanzar Juntos hacía un nuevo tiempo. Fueron 4 días, 28 sesiones, 90 ponentes y 1.156 participantes.

 

A lo largo de la sesión plenaria reinventamos el capitalismo desde la óptica de los sectores financiero, empresarial y social, y de la mano de grandes referentes como Larry Fink, CEO y fundador de BlackRock, Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank, Sir Ronald Cohen, presidente del GSG, Ángeles Santamaría, CEO de Iberdrola España, Juan Carlos Gallego, Presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, Presidente de MicroBank y Jose Luis Martínez Donoso, DG de Fundación ONCE.

 

RETOS para un nuevo tiempo

El segundo día lo dedicamos a abordar los RETOS para un nuevo tiempo. Para seguir avanzando, será indispensable el desarrollo normativo y de herramientas de medición y estandarización del impacto para integrar desempeño financiero y de impacto. La Unión Europea ha avanzado en los últimos dos años impulsando una regulación en materia de finanzas sostenibles y de información no financiera, y organizaciones internacionales como la OCDE, el PNUD, PRI, BLab o el IFC se han coordinado para el establecimiento de estándares en materia de sostenibilidad.

 

INNOVACIÓN para un nuevo tiempo

El tercer día exploramos la INNOVACIÓN para un nuevo tiempo. Esta innovación financiera ayudará a la canalización de fondos. Un ejemplo que se presentó fue lo  sucedido en Francia con la regulación sobre fondos solidarios, conocidos como Fondos 90/10, en vigor desde 2000, que obliga a los planes de pensiones de empleo de empresas con más de 50 empleados a ofrecer a los trabajadores fondos líquidos donde el 10% se invierte en empresas que buscan impacto social y medioambiental, ha conseguido catalizar 10.000 millones de euros hacia estrategias de inversión de impacto.

 

OPORTUNIDADES

Finalmente, el último día estuvo dedicado a las OPORTUNIDADES. Abordar la crisis climática, mejorar la calidad de vida de nuestros mayores y hacer frente al reto demográfico que acecha a las zonas rurales son retos urgentes que representan grandes oportunidades para la inversión de impacto.

 

ALIANZAS PÚBLICO-PRIVADAS

Todo ello con un hilo conductor: la necesidad de contar con alianzas público-privadas. El éxito de esta revolución necesita de la involucración activa del Sector Público. Los países de nuestro entorno ya trabajan en ello: Portugal cuenta con Portugal Inovaçao Social, y Francia con Le French Impact, logrando que las administraciones jueguen un rol clave como catalizadoras del capital. Para ello contamos con altos representantes del Sector Público como la Secretaria de Estado de Digitalización, el Presidente del ICO o el Alto Comisionado para la Nación Emprendedora.

 

Sin estos elementos, el crecimiento de esta inversión ya sea pública o privada, y por tanto el impacto positivo que se puede generar, será limitado.

«La crisis actual desatada por la COVID

ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir a escala

para transformar nuestra sociedad y hacerla más resiliente.»

 

Todas las sesiones del Evento fueron grabadas y se encuentran disponibles en Caminoalimpacto.org

 

El empacho de lo virtual

 

COVID19 nos ha sumergido de lleno en el mundo de lo virtual y de la transformación digital.

Ya sea en el ocio o en el negocio, nuestros hábitos de consumo han mudado la piel de la presencialidad, por una solitaria pantalla. Si bien es cierto, hay todavía muchos trabajos que requieren un cara a cara o muchos jefes que se niegan a admitir la modalidad del Teletrabajo.

En el entorno laboral, la normalidad se ha suplido intensificando el número de interacciones a distancia. Videollamadas, webinars online…han invadido el día a día. Parece que si solo nos observa una pantalla, hay que trabajar más, o por lo menos, estar más tiempo conectado.

La pandemia y las restricciones al movimiento, han cambiado la relación de los empleados con los jefes, las oficinas y las empresas. Las incógnitas en torno al futuro del trabajo que se avecina son muchas, pero lo que queda claro es que es momento de revisar no solo la modalidad en la que se lleva a cabo, sino sobre todo, el propio concepto de trabajo.

Después de un año, tenemos la certeza de que el ser humano, necesita la interacción social y el contacto. Eso es lo que le hace humano y más productivo. La soledad de la pantalla está erosionando el propósito del trabajo y demostrando que trabajar significa no solo ser productivo, sino sobre todo ser social. La pausa del café, el antes y después de las reuniones, generaban el espacio de confianza y compadreo, no siempre bueno, imprescindible para el avance de los negocios. Los vínculos de las conversaciones de los pasillos, que estaban fuera del registro horario, producían un impacto directo sobre el grado de compromiso y pertenencia de los empleados con las empresas.

Las grandes empresas lo tienen claro, el Teletrabajo y las reuniones online tienen más beneficios que inconvenientes, y aunque haya jefes reacios a pensar que si no estás en la oficina no se trabaja, el empujón de la pandemia lo ha implantado definitivamente. La situación de las medianas y pequeñas empresas en España y que son las que configuran el tejido empresarial, es completamente diferente, no solo por el estilo de liderazgo y la cultura, sino por la falta de medios tecnológicos y la pesada carga del esto siempre se ha hecho así, ha funcionado, para que lo voy a cambiar.

«El Futuro del trabajo está ya impactado por los procesos de automatización y el cambio climático.»

Según las estimaciones del informe “The Future of Jobs 2020” del World Economic Forum, para 2025, la tasa de automatización de la fuerza laboral será del 47%, frente al actual 33%, mientras que los empleos desempeñados por seres humanos representarán el 53%, muy por debajo del 67% vigente. «La automatización y una nueva división del trabajo entre los seres humanos y las máquinas, desplazarán 85 millones de empleos en todo el mundo en empresas medianas y grandes, de 15 industrias y 26 economías». El trabajo no se está destruyendo, sino transformando muy deprisa en su forma y contenido.

Por otro lado, el cambio climático nos trae una transición del modelo energético, que va a impactar a todas las empresas, de todos los sectores, y por lo tanto, a todos y cada uno de los trabajos. Si sube la temperatura media en algunas ciudades, las restricciones a la movilidad serán mayores que las producidas por COVID19.

Se ha pasado del aturdimiento producido por una crisis sanitaria mundial a una exaltación de los encuentros virtuales. Sin embargo, la pantalla ya está provocando hastío, tedio, aburrimiento. Y no solo es por la precaución de los contagios, sino por la inercia, peligrosa pseudofuerza que empuja al ser humano a no pararse a pensar y hacer las cosas de la misma manera.

No es el momento de hibernar ni de sobreactuar con la pantalla. La tecnología nos facilita poder trabajar o hacer reuniones de forma remota, pero este modelo aboca al ser humano a una soledad y pérdida del sentido de pertenencia que es fundamental, no solo para el compromiso, sino para hacer crecer los negocios. Es el momento de reflexionar el modelo de trabajo hibrido que queremos, más allá de los corsés de leyes que estrangulan las iniciativas por la falta de personalización y flexibilidad.

 

CEOE Campus participa en World Happiness Fest

 

Mª Teresa Gomez y Juan Carlos Tejeda colaboran en World Happiness Fest, «Unlocking the Power of Belonging», cumbre virtual centrada en sentir, comprender y actuar sobre los factores que ayudan a que las personas y las organizaciones, evolucionen y prosperen.

La colaboración de CEOE Campus, con la participación de sus directores, será el 20 de noviembre a las 13:00 horas, y centrarán su exposición en «Bienestar Emocional en tiempos de pandemia«.

World Happiness Fest nace con el objetivo de reducir la ansiedad y el estrés constante para disfrutar de una vida emocionalmente equilibrada bajo el Covid, cultivar un sentido de pertenencia que desbloqueará todo el potencial, aumentar las emociones positivas, desarrollar una cultura de pertenencia e inclusión dentro de su lugar de trabajo, familia y comunidad.

Os invitamos a disfrutar de nuevo de su intervención

Las competencias digitales como palanca de la transformación digital

 

España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales, según Informe DESI (Índice de Economía y Sociedad Digitales).

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia que el reto de la digitalización no es algo optativo; lo que era un objetivo en el medio o largo plazo, se ha convertido en una prioridad y una urgencia del corto plazo, de la que depende la supervivencia de la mayoría de las empresas. Teniendo en consideración lo mucho que nos está ayudando la tecnología y la digitalización en estos duros momentos, resulta imprescindible hacer un mayor esfuerzo por consolidar y aumentar el avance tecnológico en España y sus empresas.

El presidente de Telefónica, Jose Mª Álvarez Pallete, señalaba en su intervención en la Cumbre Empresarial de CEOE del pasado mes de junio: «Es como si nos hubieran metido en una cápsula del tiempo y hubiéramos avanzado cinco años en digitalización». En la misma línea, Fuencisla Clemares, directora Google España, se refería, en esa misma cumbre, a que «el COVID ha puesto de manifiesto la relevancia de la tecnología en todos los ámbitos». «Creo que también nos ha marcado el camino de la recuperación, que no es otro que seguir apostando por la digitalización de la empresa y de las instituciones españolas a todos los niveles», añadía.

El último Informe DESI “Índice de Economía y Sociedad Digitales”, que mide el rendimiento y evolución de los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital, recoge, entre otros indicadores, el capital humano. «España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales», precisa.

En la última edición del Plan Digital 2025 de la CEOE publicada en junio 2020, pone de manifiesto así mismo que «el empleado del futuro debe reunir aquellas competencias que le permitan una mayor adaptación al cambio.(…) Si los trabajadores son formados en las nuevas tecnologías que les afectan a su trabajo, se propicia una mayor adaptación al cambio cultural».

CEOE Campus conoce de primera mano los retos a los que se enfrentan las empresas y sus profesionales, y les brindamos las herramientas de desarrollo que necesitan para impulsar su competitividad. Por esta razón, y con el objetivo de promover la digitalización en España mediante el conocimiento, hemos cerrado una alianza con The Valley Digital Business School. Con este acuerdo, CEOE Campus y The Valley trabajarán en conjunto para ofrecer a profesionales y empresas el acceso a la formación en competencias digitales que precisan para mejorar su competitividad en el mercado y sus oportunidades de empleabilidad, reducir sus tiempos de reacción ante los cambios de la economía digital, incrementar su adaptación y acelerar su aplicación a las nuevas circunstancias.

La colaboración de The Valley como partner académico de CEOE Campus en los programas de digitalización inicia su andadura con Claves de la Digitalización, que comienza el próximo 5 de octubre, Programa Profesional Digital, que iniciará el 12 de noviembre, y Programa Líder Digital en 2021.

En palabras de Nuria Torrijos, directora del área Digitalización en CEOE Campus, «la transformación digital se ha acelerado desde la irrupción de la pandemia, sin embargo, el reto está ahora en los profesionales que tenemos que cambiar el CHIP cultural abrazando la tecnología e innovación continua. Esta colaboración posibilita sumar a aquellos profesionales que todavía no lo han hecho»

Para Ana Delgado, Chief Education Officer & Partner en The Valley y directora académica del programa, «la llegada de la pandemia ha cambiado la forma de hacer las cosas, tanto en el ámbito personal como profesional. Nos encontramos ahora en un entorno cambiante que ha puesto en evidencia la necesidad de contar con habilidades digitales que permitan a los profesionales adecuar los procesos a la nueva realidad, para seguir siendo exitosos y relevantes. Así, con este acuerdo, ponemos a disposición el expertise del ecosistema digital The Valley, para seguir ayudando a empresas y profesionales a aprovechar las oportunidades de la economía digital, teniendo siempre como premisa el conocimiento».

Y de repente…el teletrabajo

teletrabajo

A nivel mundial, la humanidad se encuentra atravesando, actualmente, por uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas, debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. En lo que se refiere a España, lamentablemente, somos uno de los países más castigados por la pandemia, hasta el punto de que la mayoría de los habitantes padecemos el confinamiento propio del Estado de Alarma.
 
No sabemos cómo será nuestra vida cuando concluya este trágico episodio de nuestra historia, pero sí sabemos cómo es a día de hoy, y podemos extraer importantes conclusiones.
 
Es cierto que hay muchas personas que siguen desarrollando su actividad laboral fuera de sus casas. Son aquéllos a los que el resto de ciudadanos llamamos héroes, y me refiero a los sanitarios, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, a las personas que hacen posible que podamos proveernos de los elementos esenciales, a los guardias de seguridad, a los profesionales de la mensajería, a los encargados de la limpieza y mantenimiento, etc. Dicho esto, pido perdón por anticipado, por si me he olvidado de alguno de esos “colectivos de héroes anónimos” a los que aplaudimos todos los días desde nuestras ventanas.
 
El resto de trabajadores, al margen de los que intermitentemente han podido trabajar en la industria, la construcción y el transporte; nos hemos tenido que adaptar a una modalidad de trabajo que muchos no habíamos desarrollado de manera continua. Me estoy refiriendo, como no podía ser de otra manera, al trabajo a distancia o teletrabajo.
 
No puedo conocer el nivel de actividad o la productividad de todos los trabajadores que están realizando sus tareas desde casa, tan sólo puedo constatar el trabajo desarrollado por las personas de mi entorno laboral, más o menos reducido, en relación con los miles de personas que están en la misma situación en nuestro país; pero la conclusión a la que llegamos todos es la misma: la experiencia con el teletrabajo ha sido un éxito.
 
Sería imprudente asegurar que las personas con las que me he relacionado durante estas semanas de confinamiento son las más trabajadoras y eficientes de este país, pero si extrapolamos este nivel de actividad al resto de España, el trabajo a distancia nos lleva a un nivel de productividad más alto del esperado, aunque habrá que realizar un análisis a posteriori para confirmar, con datos, lo que hoy son buenas sensaciones.
 
Bien es cierto que los españoles solemos responder de una manera especialmente positiva a los avatares más negativos del destino, pero esta experiencia bien podría sentar las bases para incrementar la confianza de las empresas en esta modalidad de trabajo.
 
No debemos olvidar que el trabajo a distancia ha sido posible por la magnífica red de telecomunicaciones de la que disfrutamos en España, con un despliegue de fibra óptica mayor del que tienen instalados Francia, Alemania, Reino Unido e Italia juntos.
 
Las redes han podido con la sobrecarga de datos que ha transitado constantemente por nuestro país durante estas semanas, no sólo debido a las comunicaciones por vídeo o voz profesionales, que han sido muy numerosas, sino también por el incremento de las comunicaciones de carácter privado entre los cientos de miles de personas que estaban en sus hogares y que, por distintas situaciones, no tenían que desarrollar una actividad laboral. Estas personas, con más tiempo disponible y una lógica preocupación por sus familiares y amigos, también han intensificado sus comunicaciones, de todo tipo, con sus seres queridos, y podemos concluir que tanto la tecnología como las redes han respondido de una manera brillante.
 
Hasta en los momentos más duros y dramáticos podemos encontrar elementos positivos.
 
En ocasiones trato de parar un momento en la intensa actividad de estos días y reflexionar sobre el papel que está jugando la tecnología y las comunicaciones. Y trato de ser consciente también del enorme potencial tecnológico que llevamos en nuestros bolsillos, con verdaderos ordenadores capaces de realizar múltiples actividades hasta hace poco inverosímiles.
 
Y me da también por pensar cómo habría sido esta situación tan trágica para nuestra sociedad en los años 90. Me pregunto cómo habría sido todo esto sin el uso generalizado del correo electrónico, sin la posibilidad de remitir miles de datos en segundos, sin videollamadas, sin Internet, sin las comunicaciones móviles…A buen seguro que todo habría sido mucho más difícil, tanto en términos de productividad laboral como de entretenimiento.
 
Se podría decir que la respuesta de la sociedad y la tecnología son las lecturas positivas de este drama que nos está tocando vivir.
 
Pero también en estos días me acuerdo de todas esas personas que no tienen acceso a Internet o a otras comunicaciones a distancia, ya sea por falta de medios o por falta de formación. Hablamos de más cuatro millones de personas que no tienen acceso a Internet en España y que tienen mucho más difícil realizar gestiones con la Administración, recibir notificaciones, continuar con su ciclo formativo, o, incluso, hacer la compra online.
 
La tecnología y las comunicaciones móviles han sido nuestros grandes aliados en la crisis sanitaria que padecemos. Lamentablemente, hay una parte importante de la sociedad que no ha podido beneficiarse de ello.
 
En lo que respecta a la actividad laboral, recientemente, el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (ONTSI) ha publicado el Dossier de indicadores sobre uso del teletrabajo y trabajo en movilidad en España y Europa, que recoge los principales datos de la encuesta de uso de las TIC y el Comercio Electrónico en empresas, para el año 2019, y la encuesta de uso de las TIC en hogares del INE y Eurostat del año 2018. Este Informe refleja el nivel de preparación de las empresas españolas y el nivel de adopción del teletrabajo en España antes de la crisis del COVID-19.
 
Los principales resultados de este Informe, siempre tratando esta información de manera muy resumida, indican que España se encuentra muy ligeramente por encima de la media europea en lo que se refiere a proporcionar a algunos de sus empleados dispositivos portátiles con una conexión móvil a Internet para su uso empresarial. Como parece lógico, el porcentaje es mayor en las grandes empresas que en las pequeñas.
 
En lo que se refiere al uso del teletrabajo propiamente dicho, el Informe revela que el 19% de los españoles y el 21% de los europeos teletrabajaron, al menos una vez, en 2018. Entre las grandes economías europeas, destaca Reino Unido, con un porcentaje del 33%.
 
Si analizamos la frecuencia del teletrabajo, el 6% de los trabajadores españoles trabajaron todos los días o casi todos los días mediante la modalidad de teletrabajo, coincidiendo este valor con la media de la UE 28 y con Alemania. En el caso del Reino Unido (9%) y Francia (8%) la frecuencia de teletrabajo fue mayor, según los datos disponibles del año 2018.
 
Habrá que ver cómo el confinamiento en los hogares que estamos viviendo debido al COVID-19 puede influir en la forma de trabajar de los españoles en el futuro, sobre todo, si se alarga la problemática sanitaria. Y será, desde luego, muy interesante, conocer los datos del próximo Informe del ONTSI relacionado con el teletrabajo, donde ya se reflejen los resultados de la etapa post coronavirus.

 
En resumen, teniendo en consideración lo mucho que nos está ayudando la tecnología y la digitalización en estos duros momentos, resulta imprescindible hacer un mayor esfuerzo por digitalizar España y, por ello, las propuestas que incorpora el Plan Digital 2025, elaborado por la Comisión de Sociedad Digital de CEOE, son, en estos momentos, más oportunas y necesarias que nunca.
 

Nuevos líderes al final de la pandemia

Mª Teresa Gómez Condado colabora con el Foro de Marcas Renombradas Españolas en una reflexión del modelo de liderazgo tras la cuarentena por COVID-19.

«Los líderes que ya existen en la empresa, la política y la sociedad, deben dar un paso al frente y defender nuevos valores, que ahora son imprescindibles para resolver los enormes desafíos que tenemos por delante

Ver artículo completo.

Novedades para la formación en las empresas

Desde CEOE Campus queremos anticiparte la Resolución de Medidas extraordinarias COVID-19 que publica el SEPE, para dar respuesta a la situación creada en el ámbito de la Formación Profesional para al Empleo, como consecuencia de la declaración del Estado de Alarma.

La Resolución publicada en el BOE y las medidas en ella contempladas, son de aplicación tanto a las convocatorias estatales aprobadas (subvenciones) como a la Formación Programada por las empresas (bonificaciones), si bien de forma no simétrica.

Entre estas medidas, podemos destacar las siguientes que tienen un impacto directo en la Formación que están realizando las empresas:

  • Las acciones en metodología presencial, incluyendo la parte presencial de la metodología mixta, podrán reconvertirse en “aula virtual” o en teleformación en los términos y condiciones previstos en dicha norma. Este cambio de modalidad no afectará al módulo económico inicialmente aprobado.
  • Se amplían las entidades que pueden impartir formación, y se permite de forma expresa la participación en la formación de los trabajadores afectados por ERTE, con independencia de la causa del mismo.
  • Se reducen los plazos de comunicación de inicio de los cursos y de modificación de datos a 2 y 1 día, respectivamente.
  • Se permite seguir disfrutando de los Permisos Individuales de Formación, si el centro de formación ha habilitado medidas para continuar con las clases.
  • Según el art. 2 de la Resolución, para acogerse a estas medidas las empresas o entidades de formación deberán mantener su plantilla media de los 6 meses anteriores a la declaración del Estado de Alarma durante el tiempo que dure la impartición de las acciones formativas a realizar con arreglo a esta Resolución. Dicho art. 2 contiene algunas aclaraciones sobre el cómputo de esa plantilla media.

Por último, conforme manifestó el SEPE en las últimas reuniones con los interlocutores sociales, el presupuesto del 2020 de la formación realizada por las empresas mediante el sistema de bonificaciones, está asegurada, con independencia de las referencias financieras contenidas en el Real Decreto Ley 11/2020.

Ver BOE 17-04-2020