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Metaverso: Un nuevo concepto disruptivo del Mundo Virtual

 

El término “metaverso” fue acuñado por primera vez en 1992 por el escritor de ciencia ficción Neal Stepherson en su novela “Snow Crash”.

30 años después es bastante difícil encontrar una única definición del concepto y del alcance que puede llevar la incorporación del Metaverso en el mundo social y empresarial. Profesionales, empresarios y referentes de la innovación y la tecnología han aportado su versión sobre que nos va a aportar esta nueva versión inmersiva al mundo virtual.

Sin ser un referente en la tecnología. Si que me gustaría aportar desde mi opinión como puede influir este nuevo concepto disruptivo al mundo virtual.

Hoy en día, el metaverso se puede convertir en el Aloe Vera del mundo digital. Tiene una buena mezcla como componente en los ámbitos presenciales más tradicionales para convertirlos en mundos virtuales disruptivos. Para ello, los consumidores/participantes debemos tener grandes miras, dejarte fluir y abrir la mente. Y por supuesto contar con empresas embajadoras y empresas tractoras que lideren este cambio y den cobertura con sus desarrollos y recursos.

Hay que reconocer que leyendo las noticias que hablan sobre lo que es Metaverso y lo que puede cambiar nuestros “ámbitos” y “hábitos” tradicionales de actuación todo parece una locura. Ahora bien, quien analice nuestro mundo económico, laboral, social no lo podemos definir como estático y mucho menos en el último quinquenio. Es más, nos estamos moviendo en situaciones volátiles, poco predecibles y de cambio constante, y ante tanta incertidumbre el crear un nuevo mundo virtual llamado Metaverso se convierte en una Oportunidad.

Para que exista esa transformación de ámbitos y de hábitos, se requiere que empresas referentes de la tecnología sean “embajadoras” de este cambio. Este fenómeno se está viendo implementado por Organizaciones como Facebook, Microsoft, Google y Apple entre muchas otras. Y en el ámbito de la comercialización de productos y servicios ejemplos de empresas tractoras de este nuevo cambio virtual como están siendo; Nike, Gucci, Bmw, Coca Cola que están viendo en este “nuevo internet” una gran oportunidad de interactuar con el cliente, de exposición de sus productos y servicios como un modelo disruptivo que mejore la experiencia del cliente.

Actualmente, el metaverso sigue siendo un concepto, una proyección, un propósito. Donde las empresas “embajadoras” están desarrollando ese nuevo “entorno virtual”. La idea es situar al “consumidor/a” en un mundo virtual en semejanza al que estamos interactuando hoy en día en formato presencial. Pudiendo celebrar encuentros con amigos, reuniones de negocios. Consumir contenidos culturales, de ocio, de conocimiento, nuevas formas de aprendizaje. Se creará espacios que conllevará a transacciones económicas y empresariales seguras, rápidas y descentralizadas. Asistir a conciertos virtuales, viajar, interactuar con usuarios, disfrutar, ir de compras… Prácticamente todo lo que hacemos en nuestro día a día. Incluso trabajar. ¿Te lo imaginas?. Y es que el metaverso será una auténtica revolución en todos los ámbitos.

En definitiva, nuevas oportunidades que afectaran a los modelos económicos, sociales, culturales y de ocio.

Este nuevo modelo, supone muchas posibilidades económicas. Se crearán nuevos puestos de trabajo, nuevas organizaciones que desarrollen este “cambio virtual”.  Empresas que diseñen, y comercialicen, accesorios, herramientas y tecnologías, por ejemplo, las gafas de realidad virtual. Nuevos talentos profesionales que hoy en día desconocemos.

Ahora bien, la clave necesaria e importante que debemos tener en cuenta es la accesibilidad de todos/as a ese nuevo modelo de relaciones e interconexiones. Tiene que ser el “nuevo Internet” El éxito estará en que todos/as podamos disfrutar de este nuevo “mundo virtual “y no se convierta en un modelo exclusivo para unos pocos participantes y unas pocas Organizaciones.

En definitiva, el Metaverso se convierte en un concepto interesante.  Lleno de posibilidades de negocio para las empresas, y que su alcance lo iremos desarrollando entre todos. Seremos los nuevos Stakeholders de este mundo virtual.

Como profesionales del siglo XXI nos enfrentaremos a retos todos los días y será necesario contar, no solo con conocimientos técnicos, sino con el conocimiento de las tendencias tecnológicas, conocer  como impactan en el ecosistema laboral , social y cultural.

 

¿Te interesa conocer todo esto?

 

 

Masterclass#2 Trabajamos en Digital

Masterclass  “Tecnologías creativas aplicadas”

El pasado 2 de marzo la Directora General de CEOE Campus, Mª Teresa Gómez Condado, presentó la MasterClass#2 del proyecto Trabajamos en Digital. Denominada “Tecnologías creativas aplicadas: de la tendencia al propósito”.

Junto a Héctor Paz, CEO y Co-Fundador de Imascono, y Leticia Arroyo, International Project Manager en Grupo Asis Biomedia, Mª Teresa moderó una sesión cuyos protagonistas fueron el Metaverso, Realidad Aumentada, Realidad Extendida, Realidad Mixta, conocer las claves para aprender a manejarte en el mundo digital y establecer estrategias innovadoras alineadas con los objetivos del negocio y las necesidades de las personas.

En su intervención, Mª Teresa señaló: “Cualquier revolución implica una transformación…la 4ª revolución industrial tiene unas connotaciones muy particulares: la creación y evolución exponencial de la tecnología, conexión sin precedentes de datos, de personas, de máquinas, que interactúan en un sistema virtual, y un cambio de paradigma en el modelo económico…”

Héctor Paz centró su exposición en cómo y para qué aprovechar estas tecnologías en la empresa, los retos que se plantean a la hora de decidir una implementación de este tipo, y cómo identificar la mejor solución. Leticia Arroyo compartió el caso de éxito de Grupo Asis Biomedia a la hora de implementar esta tecnología en la salud, de animales y personas.

La MasterClass#2 fue seguida por más de 370 personas, que participaron activamente en la ronda de preguntas final, donde plantearon cuestiones como: ¿qué diferencia sustancial hay del metaverso respecto de programas obsoletos que han tenido muchísimo éxito, como Second Life, por ejemplo?, ¿nuestra vida futura podrá sustituir a la vida real?, ¿qué hacemos con la brecha digital, qué medidas proponen?, ¿cuál es el momento idóneo para empezar con estas tecnologías, en el ámbito empresarial?, ¿para los trabajadores, cuáles son las competencias más importantes personales y profesionales?,  ¿alguna recomendación sobre cómo acceder a los fondos europeos para desarrollar estas tecnologías? o ¿qué opináis sobre la influencia que tienen estas tecnologías en los niños, que no distinguen entre la realidad y el mundo ficticio, para su desarrollo, su equilibrio o su salud emocional?

 

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El empacho de lo virtual

 

COVID19 nos ha sumergido de lleno en el mundo de lo virtual y de la transformación digital.

Ya sea en el ocio o en el negocio, nuestros hábitos de consumo han mudado la piel de la presencialidad, por una solitaria pantalla. Si bien es cierto, hay todavía muchos trabajos que requieren un cara a cara o muchos jefes que se niegan a admitir la modalidad del Teletrabajo.

En el entorno laboral, la normalidad se ha suplido intensificando el número de interacciones a distancia. Videollamadas, webinars online…han invadido el día a día. Parece que si solo nos observa una pantalla, hay que trabajar más, o por lo menos, estar más tiempo conectado.

La pandemia y las restricciones al movimiento, han cambiado la relación de los empleados con los jefes, las oficinas y las empresas. Las incógnitas en torno al futuro del trabajo que se avecina son muchas, pero lo que queda claro es que es momento de revisar no solo la modalidad en la que se lleva a cabo, sino sobre todo, el propio concepto de trabajo.

Después de un año, tenemos la certeza de que el ser humano, necesita la interacción social y el contacto. Eso es lo que le hace humano y más productivo. La soledad de la pantalla está erosionando el propósito del trabajo y demostrando que trabajar significa no solo ser productivo, sino sobre todo ser social. La pausa del café, el antes y después de las reuniones, generaban el espacio de confianza y compadreo, no siempre bueno, imprescindible para el avance de los negocios. Los vínculos de las conversaciones de los pasillos, que estaban fuera del registro horario, producían un impacto directo sobre el grado de compromiso y pertenencia de los empleados con las empresas.

Las grandes empresas lo tienen claro, el Teletrabajo y las reuniones online tienen más beneficios que inconvenientes, y aunque haya jefes reacios a pensar que si no estás en la oficina no se trabaja, el empujón de la pandemia lo ha implantado definitivamente. La situación de las medianas y pequeñas empresas en España y que son las que configuran el tejido empresarial, es completamente diferente, no solo por el estilo de liderazgo y la cultura, sino por la falta de medios tecnológicos y la pesada carga del esto siempre se ha hecho así, ha funcionado, para que lo voy a cambiar.

«El Futuro del trabajo está ya impactado por los procesos de automatización y el cambio climático.»

Según las estimaciones del informe “The Future of Jobs 2020” del World Economic Forum, para 2025, la tasa de automatización de la fuerza laboral será del 47%, frente al actual 33%, mientras que los empleos desempeñados por seres humanos representarán el 53%, muy por debajo del 67% vigente. «La automatización y una nueva división del trabajo entre los seres humanos y las máquinas, desplazarán 85 millones de empleos en todo el mundo en empresas medianas y grandes, de 15 industrias y 26 economías». El trabajo no se está destruyendo, sino transformando muy deprisa en su forma y contenido.

Por otro lado, el cambio climático nos trae una transición del modelo energético, que va a impactar a todas las empresas, de todos los sectores, y por lo tanto, a todos y cada uno de los trabajos. Si sube la temperatura media en algunas ciudades, las restricciones a la movilidad serán mayores que las producidas por COVID19.

Se ha pasado del aturdimiento producido por una crisis sanitaria mundial a una exaltación de los encuentros virtuales. Sin embargo, la pantalla ya está provocando hastío, tedio, aburrimiento. Y no solo es por la precaución de los contagios, sino por la inercia, peligrosa pseudofuerza que empuja al ser humano a no pararse a pensar y hacer las cosas de la misma manera.

No es el momento de hibernar ni de sobreactuar con la pantalla. La tecnología nos facilita poder trabajar o hacer reuniones de forma remota, pero este modelo aboca al ser humano a una soledad y pérdida del sentido de pertenencia que es fundamental, no solo para el compromiso, sino para hacer crecer los negocios. Es el momento de reflexionar el modelo de trabajo hibrido que queremos, más allá de los corsés de leyes que estrangulan las iniciativas por la falta de personalización y flexibilidad.

 

¿Robots en el Comité de Dirección?

 

Llevo más de 40 años de trayectoria profesional en el sector financiero, habiendo recorrido todo el escalafón posible en Banca y ahora ya felizmente “jubilado” pero siempre actualizado sobre la evolución del sector especialmente en las áreas de Dirección y Motivación de equipos.

La verdad es que se ha escrito muchísimo sobre Liderazgo, Dirección y Motivación de equipos y yo particularmente llevo dedicado muchos años a impartir charlas, masterclass…sobre el particular.

Mi reflexión es que podemos darle todas las vueltas que queramos a estos temas y siempre las “recetas” siguen siendo las mismas.

 

Predicar con el ejemplo

En base a mi experiencia, mis mejores jefes han sido siempre los que han practicado la técnica depredicar con el ejemplo”, es tan sencillo como ser coherente, algo de lo que carecemos la mayor parte de los mortales. Hablamos mucho de cómo se deben de hacer las cosas, pero a la hora de pasar a la acción, nos quedamos en los “cuarteles de invierno” y tomamos las decisiones “a distancia”.

Si estás dirigiendo una Red Comercial, para saber lo que está aconteciendo en el día a día, además de bajar a la arena y escuchar a los clientes y empleados,  debes de mantener cercanía a los equipos, debes de disponer de  una serie de “antenas” de personas que te den un contraste sincero y con criterio sobre lo que está aconteciendo “a pie de obra”, para poder tomar las decisiones necesarias y óptimas, en tiempo y plazo.

El directivo del que más he aprendido en mi vida profesional me dijo un día “vuela bajo  para saber que acontece a nivel de tierra”.

También me decía “pedalea muy fuerte y con poca oposición al viento para ir más rápido, pero levanta la cabeza de vez en cuando para ver en la lejanía y evitar estrellarte contra un árbol”. En definitiva “saber hacia donde vas”, tener una estrategia clara, no exenta de que tienes que tener la flexibilidad suficiente para saber adaptarte al cambio pero que tu equipo te vea controlando el derrape “siempre”.

Puedes y debes dar un volantazo cuando haya que hacerlo pero que se vea que dominas el vehículo perfectamente. Yo recuerdo a los pilotos de motos en la época de Ángel Nieto que cuando derrapaban se iban al suelo, ahora ves pilotos como Marc Márquez, por ejemplo, que casi besan el suelo. Pensarás que la tecnología ha avanzado mucho y eso es clave. También el “CRM” “Big Data” y ahora la “Inteligencia Artificial “facilitan mucho el como abordar el “target objetivo”.

Rodéate de los mejores”, algún Directivo lo sigue haciendo con los más fieles y disciplinados y así no se avanza ni se toman las decisiones óptimas.

Aquí me gustaría detenerme un momento para hacer una reflexión que, como dice el refrán, “dime con quien andas y te diré quien eres”. Como he dicho anteriormente, llevo muchos años en este negocio y me sigue sorprendiendo cómo muchos Directivos han llegado a niveles de gran responsabilidad, pero siguen siendo inseguros y eso hace que no quieran ningún “espíritu crítico” en sus Comités de Dirección y menos en sus equipos. Mira que habrán recibido cursos y másteres sobre este particular, pero siguen dirigiendo “manu militari” aunque lo que predican  luego no es coherente con lo que practican, valga el pareado, en base a sus actuaciones en el día a día.

Delegar

Al hilo de lo anterior, me viene a la cabeza hablar de  “Delegar en tus equipos” como fórmula para conseguir no crear “cuellos de botella” y avanzar en la preparación de los equipos para que puedan asumir mayores responsabilidades en su desarrollo profesional.

Recuerdo un alto directivo que, cuando evaluaba a sus equipos, desde la primera entrevista, les hacia la pregunta ¿Dime tres personas de tu equipo que te pueden sustituir?. Alguno no salía de su asombro pensando que enseguida iba a ser “cesado”.

Motivar

También me viene al ánimo hablar de motivación de equipos, algo bastante más sencillo de lo que algunos piensan y que está íntimamente ligado a la palabra “empatía”, ponerte la piel del otro y preocuparte por sus inquietudes profesionales, pero también personales. Conocer sus preocupaciones y mimetizarte con ellas. Esto si que requiere dedicarle tiempo al equipo, pero un tiempo que es, en base a mi experiencia, tremendamente rentable y que redunda en la consecución de los objetivos que te propongas.

Además, para conseguir que todo el equipo se sume a cualquier iniciativa de negocio, funciona siempre la fórmula, practicada en las bodas habla ahora o calla para siempre”. Es decir, que todo el mundo pueda opinar y exponer sus ideas sobre la estrategia de productos/servicios que se quieren lanzar al mercado para así lograr su implicación total y poder demandarle su mayor entrega.

De la misma manera, escuchar la voz de los clientes vía “focus group” y experimentar “con gaseosa” antes de lanzarse a ámbitos de mayor “peso específico”.

Dirección

Finalmente, como para poder avanzar hay que innovar también en la Dirección, últimamente estoy profundizando en los avances de la Inteligencia Artificial en muy diversos ámbitos, pero ya se está comentando con profusión, sobre la capacidad de toma de decisiones de los robots.

Se empieza a hablar de que van a llegar a tener conciencia propia tomando sus decisiones de forma autónoma. ¿Llegarán a evaluar a los equipos mejor que los humanos en base a ratios más objetivos? ¿Serán más eficientes en la toma de decisiones? ¿Entrarán a formar parte de los Comités de Dirección?

Parece ciencia-ficción, pero también, si vemos escenas de nuestro día a día, desde sólo hace menos de un año para convivir con la pandemia, ¿Nos lo podríamos haber imaginado al arrancar el año pasado? Te invito a realizar tu propia reflexión y actuar en consecuencia.

 

Ciberseguridad: un gran reto para España

 

El avance de la digitalización de la sociedad es un hecho más que constatado. Es un proceso imparable que nos afecta a todos: ciudadanos, empresas y Administraciones Públicas.

La especial situación sanitaria que hemos vivido los últimos meses y que, desagraciadamente, nos sigue afectando, no ha hecho más que acelerar el proceso de adaptación de la sociedad a la utilización masiva de la tecnología y la inmersión en la transformación digital de trabajos, trámites, comunicaciones, relaciones personales, etc. El auge imparable del teletrabajo, la tele-educación, el tele-diagnóstico, la tele-asistencia y todas las gestiones administrativas por Internet; son claros ejemplos de cómo nos hemos tenido que adaptar a la digitalización de forma acelerada.

Todos estos cambios suponen, por su magnitud y por la velocidad a la que se producen, importantes retos a los que debemos hacer frente como individuos y como sociedad.

Entre estos retos, uno de los más importantes es el relacionado con la seguridad, una cuestión que tenemos perfectamente definida en el entorno físico, pero que cuando nos movemos al entorno digital y empezamos a utilizar el término ciberseguridad, parece difuminarse. Es por ello que, junto con la concienciación de los usuarios, resulta imprescindible el desarrollo de un entorno digital confiable, poniendo en marcha, para ello, las herramientas necesarias, tanto a nivel técnico como normativo, que nos garanticen un entorno seguro para el desarrollo de actividades y la provisión de servicios.

 

«La digitalización no puede entenderse y no llegará a ser completa
su adopción por la sociedad sin la generación de un entorno de confianza

 

Éste es un aspecto clave para el desarrollo del comercio electrónico, de los trámites administrativos y, por supuesto, de todo lo relacionado con datos especialmente sensibles, como son los relativos a la salud, a la intimidad del individuo y a todo lo relativo a la propiedad industrial y los secretos empresariales.

Junto a estos aspectos, es especialmente relevante la ciberseguridad asociada a las infraestructuras clave del país, o al ámbito relacionado con el ciberterrorismo y la ciberdelincuencia, amenazas crecientes en el actual entorno digital.

Sin embargo, este gran desafío al que nos enfrentamos a la hora de generar un entorno digital seguro trae consigo también una gran oportunidad para España y, por ende, para las empresas españolas.

Como país, debemos ser capaces de impulsar la generación de una industria sólida en materia de ciberseguridad y ciberdefensa, con el objetivo de liderar estos procesos, estos productos y servicios a nivel europeo y poder competir en los mercados internacionales. Para ello, es preciso desarrollar programas específicos, siempre en el marco de la colaboración público-privada, atendiendo a la especial idiosincrasia del tejido empresarial español, compuesto, fundamentalmente, por Pymes, micropymes y autónomos.

España cuenta con un buen punto de partida en este sentido, siendo notables los esfuerzos que se están llevando a cabo, tanto desde el sector público como privado, por mantener una permanente actualización en materia de ciberseguridad. Para ello, se han habilitado normativas, se han creado espacios de colaboración y se están desarrollando nuevas formas de defensa ante el continuo avance y sofisticación de los ataques. La compartición de buenas prácticas y la colaboración en el desarrollo de estrategias conjuntas es fundamental en este ámbito.

Es precisamente en esa capacidad de actualización y colaboración donde reside la clave. La evolución de las tecnologías es imparable y se produce a una velocidad cada vez más vertiginosa. Hablamos, por ejemplo, de los avances en las aplicaciones de Inteligencia Artificial, el desarrollo de nuevos dispositivos y maneras de conexión, nuevas formas de organización del trabajo (teletrabajo), avances en la capacidad de computación (computación cuántica), etc. Todo ello nos plantea, al mismo tiempo, el problema y la solución a el futuro incierto hacia el que nos movemos.

 

«El reto al que se enfrenta la ciberseguridad es el de ser capaces de aplicar
todas estas tecnologías para anticipar y combatir los ataques.»

 

Uno de los últimos pasos que se han dado en España en esta línea ha sido la propuesta de la candidatura de la ciudad de León para albergar la sede del Centro Europeo de Competencia Industrial, Tecnológica y de Investigación en Ciberseguridad. Esto supone un paso al frente de nuestro país para situarnos, tanto desde el ámbito institucional como del de nuestro tejido productivo, como referente internacional.

Son muchas las características que hacen de León la capital española de la ciberseguridad. Una ubicación inmejorable para el emplazamiento de este Centro Europeo gracias al ecosistema de ciberseguridad que se ha ido construyendo desde hace años con la localización de agentes especialmente relevantes en el sector. Muestra de ello es que el 20% de los laboratorios españoles de ciberseguridad industrial se encuentran localizados en esta ciudad, así como instituciones de especial relevancia en este ámbito, como el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), el Instituto de Biotecnología y el Centro de Supercomputación de Castilla y León. Además, el emplazamiento cuenta con unos 2000 m2 de unas instalaciones envidiables, disponibles para su utilización desde enero de 2021.

Estas instalaciones cuentan, también, con unos altos estándares técnicos en términos de redes de almacenamiento de datos, telecomunicaciones de alto rendimiento y seguridad informática.

Otro hecho que resulta importante destacar, a nivel país, es que España es el primer Estado Miembro de la UE con 54 CERTS (Equipo de Respuesta ante Emergencias Informáticas), el número más alto de un Estado miembro, según ENISA, siendo, además, líderes en pruebas piloto de 5G, implementadas por empresas europeas.

Junto a ello, León dispone de unas excelentes comunicaciones, con conexiones rápidas por carretera, ferrocarril y transporte aéreo, algo que, sin duda, es un valor añadido para la candidatura.

Por tanto, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que León es una propuesta de primer nivel que cuenta con el respaldo institucional y con todo el apoyo de las organizaciones empresariales, cuya apuesta por la investigación, la innovación y la transformación digital es, a día de hoy, incuestionable. Esperemos que, en este caso, el aval técnico y logístico de esta candidatura sea suficiente para atraer este preciado centro a nuestro país.

 

Las competencias digitales como palanca de la transformación digital

 

España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales, según Informe DESI (Índice de Economía y Sociedad Digitales).

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia que el reto de la digitalización no es algo optativo; lo que era un objetivo en el medio o largo plazo, se ha convertido en una prioridad y una urgencia del corto plazo, de la que depende la supervivencia de la mayoría de las empresas. Teniendo en consideración lo mucho que nos está ayudando la tecnología y la digitalización en estos duros momentos, resulta imprescindible hacer un mayor esfuerzo por consolidar y aumentar el avance tecnológico en España y sus empresas.

El presidente de Telefónica, Jose Mª Álvarez Pallete, señalaba en su intervención en la Cumbre Empresarial de CEOE del pasado mes de junio: «Es como si nos hubieran metido en una cápsula del tiempo y hubiéramos avanzado cinco años en digitalización». En la misma línea, Fuencisla Clemares, directora Google España, se refería, en esa misma cumbre, a que «el COVID ha puesto de manifiesto la relevancia de la tecnología en todos los ámbitos». «Creo que también nos ha marcado el camino de la recuperación, que no es otro que seguir apostando por la digitalización de la empresa y de las instituciones españolas a todos los niveles», añadía.

El último Informe DESI “Índice de Economía y Sociedad Digitales”, que mide el rendimiento y evolución de los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital, recoge, entre otros indicadores, el capital humano. «España está por debajo de la media de la UE (puesto 16), con un 43% de personas entre 16 y 74 años que aún carecen de competencias digitales», precisa.

En la última edición del Plan Digital 2025 de la CEOE publicada en junio 2020, pone de manifiesto así mismo que «el empleado del futuro debe reunir aquellas competencias que le permitan una mayor adaptación al cambio.(…) Si los trabajadores son formados en las nuevas tecnologías que les afectan a su trabajo, se propicia una mayor adaptación al cambio cultural».

CEOE Campus conoce de primera mano los retos a los que se enfrentan las empresas y sus profesionales, y les brindamos las herramientas de desarrollo que necesitan para impulsar su competitividad. Por esta razón, y con el objetivo de promover la digitalización en España mediante el conocimiento, hemos cerrado una alianza con The Valley Digital Business School. Con este acuerdo, CEOE Campus y The Valley trabajarán en conjunto para ofrecer a profesionales y empresas el acceso a la formación en competencias digitales que precisan para mejorar su competitividad en el mercado y sus oportunidades de empleabilidad, reducir sus tiempos de reacción ante los cambios de la economía digital, incrementar su adaptación y acelerar su aplicación a las nuevas circunstancias.

La colaboración de The Valley como partner académico de CEOE Campus en los programas de digitalización inicia su andadura con Claves de la Digitalización, que comienza el próximo 5 de octubre, Programa Profesional Digital, que iniciará el 12 de noviembre, y Programa Líder Digital en 2021.

En palabras de Nuria Torrijos, directora del área Digitalización en CEOE Campus, «la transformación digital se ha acelerado desde la irrupción de la pandemia, sin embargo, el reto está ahora en los profesionales que tenemos que cambiar el CHIP cultural abrazando la tecnología e innovación continua. Esta colaboración posibilita sumar a aquellos profesionales que todavía no lo han hecho»

Para Ana Delgado, Chief Education Officer & Partner en The Valley y directora académica del programa, «la llegada de la pandemia ha cambiado la forma de hacer las cosas, tanto en el ámbito personal como profesional. Nos encontramos ahora en un entorno cambiante que ha puesto en evidencia la necesidad de contar con habilidades digitales que permitan a los profesionales adecuar los procesos a la nueva realidad, para seguir siendo exitosos y relevantes. Así, con este acuerdo, ponemos a disposición el expertise del ecosistema digital The Valley, para seguir ayudando a empresas y profesionales a aprovechar las oportunidades de la economía digital, teniendo siempre como premisa el conocimiento».

Tecnología Digital. Abundancia Exponencial.

 

Si leemos los titulares de este inicio de curso dentro de la “Nueva normalidad” parece que nos estamos acercando muy rápidamente hacia un escenario de “vacas flacas”. No lo discuto, ni busco responsabilidades políticas para un fenómeno que no necesita demasiadas explicaciones: Hay consenso sobre las evidencias de que la hibernación de la economía durante el confinamiento, y las restricciones a la movilidad, ha tenido un impacto mayúsculo en el pilar del turismo tan crítico en la economía, empleo, y balanza de pagos de España, y con ello un efecto dominó en otros sectores, desde el retail minorista al inmobiliario.

¿Cómo podemos contrarrestar o mitigar esta época de escasez? Mientras llega la esperada vacuna, con Tecnología digital.

Desde el neolítico, -y posiblemente desde antes- la tecnología siempre ha generado abundancia. El fuego, la rueda, el arado, el arco de medio punto, la máquina de vapor, el acero, la electricidad, el automóvil, los procesadores, internet… todos estos descubrimientos han generado abundancia y prosperidad (otra cosa es como se hayan repartido esos beneficios entre la sociedad). La tecnología siempre nos ha permitido hacer más con menos. Y si hoy podemos alimentar a casi 8 mil millones de personas es gracias a la tecnología. Y la actual revolución de la tecnología digital, genera abundancia exponencial.

De hecho, empezamos a llamar “salida de la crisis” a lo que hace apenas unos meses llamábamos Transformación digital; Transformación que hemos visto acelerarse en pocas semanas en el mundo del ocio, y del negocio, de la educación y del comercio. Hemos visto como soluciones digitales acudían al rescate de comercios cerrados y universidades y colegios clausurados; Desde consultoras y ThinkTanks constatan que en 12 semanas hemos acelerado en transformación digital -Educación no presencial, teletrabajo, e-commerce, telemedicina…- lo que se esperaba en 4 o 5 años.

La tecnología digital nos abre la puerta a Nuevos modelos de negocio basados en la abundancia – o sin las limitaciones analógicas basadas en mover “cargas” en el espacio; Los Bytes -información en 0´s y 1´s – se genera, se comparte, se guarda y se procesa a velocidades crecientes y costes menguantes. Donde hace nada hablábamos de Megas, ahora son Gigas o Theras, y pronto serán Petas, y cada santo de prefijo supone un cambio de orden de magnitud de 3 ceros, de mil veces más. Los usuarios de algunos servicios se cuentan por centenares de millones, sin problemas de escalabilidad aparentes.

Y con ello nuevos modelos de negocio basados en ecosistemas integrados de hardware, software, datos, servicios, Cloud  que nos en-red-an, en una red de servicios gratuitos a cambio del petróleo de nuestros datos; Negocios como el de  los ecosistemas de Facebook-WhatsApp-Instagram-Messenger (y parece que próximamente Libra, su criptomoneda basada en blockchain) , o Google-Youtube-Gmail-Google Maps-Android, o el de Apple-Itunes-Iphone-Ipad-Apps , o Incluso la “tradicional” Windows-Skype-Linkedin-Azure(Cloud)  ya forman parte de nuestras vidas y rutinas diarias; U otros modelos basados en plataformas optimizadas que cruzan oferta y demanda en tiempo real para facilitar desplazamientos, alojamientos o transacciones de todo tipo. Seguro que has reconocido la “amazonificación” o “uberización” o “wallapopización” de amplios sectores de la economía, a veces disfrazada de nueva economía, fórmulas de autoempleo, y de las que me atrevo a firmar sin temor a equivocarme, eres usuario esporádico o cliente habitual.

La rápida -a veces acelerada exponencialmente- adopción por los usuarios, que como tú, ya las llevan en su móvil, está forzando a una acelerada Transformación digital de empresas e instituciones de industrias y organizaciones  que en muchos casos no tenían los procesos internos, y sobre todo la cultura para hacerlo. ¿La Cultura? Pero… ¿no estábamos hablando de tecnología? ¿En qué momento hemos saltado de tecnología a cultura? ¿De bytes a neuronas?

A estos efectos… la tecnología es un “comodity. Un facilitador que se adquiere y se activa como inversión -y una vez amortizada, se reemplaza por versiones más actuales (igual que haces con tu coche ¿o sigues utilizando aquel Seat 124, o el Simca 1000, o el R-5? – Piensa si tu tecnología corporativa pasaría la ITV-; Si tu ordenador tiene disketera, ya te digo que es momento de cambiar.

Volvamos a la cultura: Las organizaciones están integradas por personas, y son estas personas las que tienen que cambiar. Desde la perspectiva de 15 años dedicados a la Innovación, he comprobado que el mayor desafío, el mayor reto está en la transformación cultural. (Soy muy reacio a utilizar el término transformación digital, precisamente porque pone énfasis en los bytes de los chips, en lugar de las neuronas).

Toca un cambio de chip …mental, para “salir de la zona de confort”, “vencer la resistencia al cambio”, “despertar la creatividad”; Es precisamente este cambio cultural  -esa cultura que se desayuna la estrategia cada mañana, como afirmaba el gurú del management Peter Drucker- lo que supone el gran desafío para entender y aprovechar este cambio de paradigma.

¿Cómo se cambia una Cultura Corporativa? algo tan melifluo, evanescente e intangible como una cultura… para cambiar la tecnología, vas a un proveedor, una consultora y a cambio de “un módico precio” -financiable en cómodos plazos, y con subvenciones fiscales- voila! Pero… ¿ Y la cultura?. Vaya por delante que despedir a toda la plantilla y sustituirla por Milenials, hípsters, influencers  y knowmads no es una opción. Ni si quiera es una buena idea. Entonces…

Entonces es momento de participar en programas como el que desarrolla CEOE Campus junto a The Valley Digital Business School para abordar el cambio del marco de comportamientos, creencias, valores y actitudes. Que definen una cultura. Y eso SÍ que sabemos cambiarlo con la información y formación adecuadas, para dotarnos de las aptitudes y actitudes digitales necesarias.

La buena noticia es que son esas mismas personas las que, si se ilusionan, se emocionan y se motivan, se convierten en protagonistas de la transformación. Necesitan de conocimientos que mitiguen la ansiedad y recursos que neutralicen la frustración e incentivos que venzan la resistencia… En muy poco tiempo se convierten en embajadores del cambio, en lideres con visión y abanderados de la transformación. En auténticos “constructores de molinos que aprovechen los vientos del cambio” que ven oportunidades donde otros ven amenazas.

Solo los optimistas bien informados, los que creen -de verdad- que el futuro que viene es mejor que el presente, hacen lo posible por abrazarlo y hacer que suceda. En el otro lado, los pesimistas (precavidos, temerosos, los que creen que lo que viene va a ser peor), van a hacer lo imposible por evitarlo, boicotearlo y sabotearlo, convencidos de que la supervivencia les va en ello.

Ante un futuro de abundancia exponencial, derivado de la correcta aplicación de la tecnología digital ¿Cómo no ser optimista?

 

Los ciberriesgos en la «Nueva Normalidad»

El entorno digital y las nuevas tecnologías están permitiendo la mejora continuada de la comunicación en el trabajo, las relaciones personales y el entretenimiento.

Año tras año la exposición personal, profesional y corporativa es mayor y entraña cada vez más riesgos que los ciberdelincuentes saben aprovechar.

Durante la cuarentena española con motivo de la pandemia los ciberataques a personas y a empresas se incrementaron considerablemente debido a dos factores fundamentales: la implementación a marchas forzadas y desordenada del teletrabajo, y a la mayor utilización de canales online para uso personal durante el día.

Durante la crisis del COVID-19 en España encontramos avisos claros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en redes sociales:

Pero una vez ha pasado la extraña situación de un confinamiento obligatorio ¿a qué nos enfrentamos?

Actualmente, muchos ciudadanos, familias y empresas han retomado la actividad social y económica y, aunque se presenta un panorama realmente incierto para los próximos meses, no podemos contemplar un escenario de confinamiento tal y como lo conocimos en abril.

En esta llamada “Nueva normalidad” estamos expuestos de forma clara y vertiginosa a los ataques de los ciberdelincuentes, debido a varios motivos fundamentales:

  • El incremento de la actividad en redes sociales motivada por las reuniones familiares y de amigos.
  • El incremento de las transacciones en comercio online, motivado por el cierre de tiendas físicas y el miedo a posibles rebrotes en los centros de las ciudades.
  • La hibridación del modelo de trabajo, motivado por un cumplimiento de funciones de forma semi presencial, o completamente online en el caso de muchas empresas.
  • La vulnerabilidad de las empresas frente a los ciberataques, escasamente preparadas y focalizadas en mejorar los resultados económicos.
  • El desconocimiento de la población en general frente a la protección y riesgos en materia de ciberseguridad.

Estos condicionantes son el caldo de cultivo perfecto para sufrir posibles ataques y ser el blanco de ciberdelincuentes.

Pero ¿a qué riesgos nos enfrentamos realmente?

 

1. Phising a través del correo electrónico y ciberataques móviles

 

El Phishing es uno de los ciberataques más antiguos y flexibles que existen. Los ciberdelincuentes refinan sus técnicas cada vez más para adaptarlas al comportamiento de los usuarios a los que pretenden atacar.

«Es una técnica que consiste en engañar al usuario atrayéndolo a un sitio web para que introduzca sus datos personales o la información que el ciberdelincuente solicite.»

Este sitio web suele reproducir a la perfección el site del organismo oficial, por lo que el usuario, normalmente en relación con dicha entidad, fácilmente confía y puede llegar a facilitar los datos.

El principal objetivo de este ataque es, por tanto, el robo de credenciales bancarias, de contraseñas, de perfiles en redes sociales, y todo tipo de información sensible.

Los canales más utilizados para la divulgación de estos links son el correo electrónico, en especial el corporativo, por ejemplo, simulando un correo electrónico desde el departamento de RR.HH anunciando un falso despido y derivando a un link.

Otro canal cada vez más extendido son los SMS. Muy conocido el caso de los SMS de Correos, con falsas notificaciones de entrega, o de la Seguridad Social, con falsos comunicados personales.

Otra modalidad de ataque o infección a través del teléfono móvil es a partir de la descarga de APPS de contenido malicioso que pueden provocar el robo de información o la infección del teléfono móvil.

¿Cómo podemos protegernos de este tipo de ataque?

  • Instalar un software anti-malware certificado y reconocido en nuestro teléfono móvil y ordenador.
  • No abrir mensajes ni SMS de notificaciones de organismos que no suelen comunicarse a través de esa vía, o que necesitan expresamente un contacto previo. Preguntarnos si realmente ese organismo necesita en ese momento ponerse en contacto con nosotros.
  • Si accedes al enlace, comprueba la veracidad y originalidad del sitio web al que deriva. Normalmente el url irá precedida del protocolo HTTPS:/, que indica que es un sitio seguro. Atención especial a las palabras y símbolos incluidas en la URL, un link puede generarnos sospecha si contiene caracteres fuera de lo normal o no coincide con el original.
  • Descargar Apps procedentes únicamente de los markets oficiales (Google Play y App Store).
  • Bloquear la instalación de programas de fuentes desconocidas en la configuración del smartphone.
  • Navegar con VPN (virtual private network)
  • Bloqueadores web de contenido malicioso (como extensión: origin)

 

2. Envío y descarga de contenido malicioso a través del correo electrónico corporativo de los empleados

 

El correo electrónico se ha convertido en el principal blanco de ataque al entorno corporativo. Las compañías no saben cómo detectar ni cómo enfrentarse a problemas derivados de ciberataques a través de este canal.

El principal método de ataque hasta hace unos años siempre había sido a través del envío masivo de correos electrónicos con contenido malicioso, esto es, con archivos adjuntos (normalmente en formato .exe ejecutable, o en archivo excel) cuya descarga y apertura permite la instalación de un virus informático de forma automática.

Desde hace unos años, con el auge y aumento del uso de las redes sociales y apps de mensajería instantánea están proliferando los anuncios sociales en dichas plataformas, así como mensajes directos provenientes de diferentes usuarios que envían mensajes con links, o contenidos multimedia maliciosos.

La incorporación de enlaces con contenido malicioso puede provocar una infección automática.

¿Cómo podemos protegernos de este tipo de ataque?

  • Aplicar un filtro de malware en el servidor del dominio del correo electrónico.
  • Navegar siempre con dispositivos con soluciones anti malware de pago activadas.
  • Llevar a cabo un cifrado del correo electrónico y los archivos enviados, para evitar posibles intrusiones.
  • Desconfía de remitentes desconocidos, y si el mensaje contiene archivos adjuntos no abrirlo. En caso de abrirlo, es importante no descargar el contenido ni abrir el enlace que envían.
  • Activa el filtro anti-spam en servidores y en los proveedores de correo electrónico, reduciendo el riesgo de infección al evitar que estos mensajes puedan llegar a la bandeja de entrada.

 

3. Ransomware a personas y corporaciones

 

Otra de las finalidades de los ciberdelincuentes puede radicar en el secuestro de información sensible, buscando así un beneficio económico rápido.

Este ciberataque se concluye con el acceso a cierta información, bien a través del robo de credenciales o bien a través de la infección de los equipos, y la imposibilidad por parte de los usuarios a acceder a su propio contenido.

Una vez que el ciberdelincuente posee fotos íntimas de la víctima, información sensible corporativa, etc. exige una compensación económica a cambio de destruir la información y no hacerla pública.

Existen numerosos ejemplos entre Celebrities y famosos que se han visto obligados a pagar grandes sumas por recuperar su información privada o el acceso a sus plataformas, y otros que han decidido hacer pública la información robada para restar efecto al ataque.

¿Cómo podemos protegernos de este tipo de ataques?

  • Instalar un software anti-malware certificado y reconocido en nuestro teléfono móvil y ordenador.
  • Si te preocupa la seguridad corporativa o estamos hablando de un famoso o Celebrity, rodearse de profesionales o asesores externos que puedan gestionar la seguridad de los equipos, las comunicaciones, y las posibles crisis es fundamental.
  • Haz copias de seguridad de tus datos de forma periódica.
  • Presta atención a la extensión de los archivos que abres e instalas. Desactiva la opción en Windows de ocultar la extensión de archivos conocidos.
  • Actualiza el software de tus dispositivos cuando sea solicitado.
  • Evita las WIFIs públicas o sin seguridad.

 

En definitiva…

Durante la mayor parte de nuestro tiempo de descanso, ocio e incluso trabajo llevamos el teléfono móvil encima y lo utilizamos para todo tipo de tramitaciones: compras, comunicación, relación con organismos públicos, búsqueda de información, transacciones bancarias etc.

Ofrecemos cantidad de información sensible y privada a la que si acceden con fines maliciosos pueden provocar un grave problema en nuestra economía o reputación.

Por otro lado, el correo electrónico corporativo contiene incalculable información sensible y confidencial sobre el funcionamiento y entrañas de una empresa. El hecho de que un ciberdelincuente pueda acceder a él puede provocar una crisis de gran magnitud.

«Los ataques de los que podemos ser víctimas suponen una brecha de seguridad que puede paralizar casi al completo un negocio o dañar de forma incalculable la reputación de un usuario.»

Es tan importante contar con softwares que nos protejan de acciones malintencionadas,  como ser precavidos y comprender a qué nos enfrentamos en el entorno online. Solo así podremos evitar ser el blanco fácil de un ciberataque en la red.