Skip to main content

El liderazgo de hoy

 

La recuperación de una organización pasa por la recuperación de las personas que la conforman.

Llevábamos mucho tiempo hablando sobre la transformación en las organizaciones. Años hablando de época de cambios, de entornos VUCA, de transformación digital y organizacional. Y sin embargo, ha sido un bicho microscópico el que nos ha traído un cambio más profundo en menos tiempo.

Este virus ha hecho que las organizaciones nos hayamos tenido que adaptar en tiempo record a situaciones y realidades totalmente diferentes.

Este no es un momento fácil para ninguna organización. Todas absolutamente todas, no importa el sector – no importa el sector, no importa el tamaño- están sufriendo y van a sufrir de una manera o de otra. Y hay un factor que hoy día es el más relevante a la hora de que salgan adelante: las personas que la conforman.

Nunca como ahora ha sido más necesario colocar a las personas en el centro. Nunca como ahora ha sido preciso entender que, independientemente de la organización, independientemente de la situación en la que esté, su recuperación va a pasar por la recuperación de las personas que la integran.

Las organizaciones no son las mismas. Ni las prioridades tampoco. Hay cosas que han cambiado de nuestra forma de trabajar para siempre.

Han cambiado más cosas de las que pensamos. La forma de trabajar de las empresas está cambiando desde lo más cotidiano que estamos viviendo, como el teletrabajo, hasta la realidad de gestionar equipos cada vez más diversos y separados por una distancia física cada vez mayor, o la implementación de tecnologías y de metodologías como las metodologías Agile o Lean, en las que estamos implicando de manera individual a muchas personas de una forma transversal en la empresa.

Todos estos cambios nos demuestran que las barreras no estaban tanto en la metodología o en la tecnología, sino en las personas. En las personas que tenían que sentían inseguridad ante el cambio, incertidumbre frente al desconocimiento y necesidad de formación para no sentirse amenazadas. Y esos son los elementos más importantes de la implementación de un nuevo modelo de gestión de las personas.

Todos estos cambios hacen más compleja la forma de gestionar equipos, pero también la hacen más apasionante. La gestión de esos equipos, y su motivación y compromiso con el proyecto y la organización han variado, y es importante gestionarlo con las nuevas herramientas y no cometer los errores del pasado

Llevamos años investigando sobre las necesidades del consumidor, sobre el comportamiento del comprador, de nuestro cliente externo. Pero hemos trabajado muy poco el conocimiento de la gente más importante que tenemos: los que crean los productos, los servicios que ofrecemos a sus consumidores, los que consiguen a esos compradores. En un ratio de uno a mil es como nos hemos ocupado de ellos en comparación con la dedicación a los consumidores. Hoy más que nunca es fundamental para cualquier empresa que quiera salir adelante y superar esta situación poner el foco en el cliente interno.

La situación que vivimos actualmente nos está poniendo frente a un nuevo reto: el reto de escuchar, más que nunca, a las personas que están con nosotros. A esas personas que están atravesando una de las situaciones más complejas a las que nos hemos tenido que enfrentar. Preocuparnos por nuestra gente, por esas personas que cada día crean nuestro proyecto es, hoy día, la mejor manera de salir adelante. Y la mejor manera de conseguir que esas personas se sientan orgullosas del lugar donde trabajan, que se sientan comprometidas, que quieran sumar, luchar, que se ilusionen por sacar adelante nuestro proyecto independientemente de la situación en la que estemos, es mediante el liderazgo.

Liderazgo. Esa palabra tan manida pero que engloba tantas cosas. Porque el liderazgo bien entendido es el que habla desde la honestidad, la transparencia, la empatía y la auténtica preocupación.

Ese liderazgo que revela nuestra esencia, nuestras emociones, nuestros intereses, nuestras preocupaciones.

Porque el liderazgo de verdad, el bueno, y el que más falta va a hacer en estos momentos es el que sabe escuchar más que hablar, entender y comprender más que imponer. El que se ocupa y da ejemplo, pero sobre todo se preocupa.

El que trabaja con la persona en el plano individual y el que trabaja en el plano organizacional a través del propósito y la cultura, dos áreas fundamentales en la organización

Aquel que es capaz de enganchar, de acrecentar el sentimiento de orgullo, de hacer que las personas se sientan parte, el que emociona y con el que uno se siente identificado. Ese es el liderazgo relevante y el que de verdad deja huella.

Es ese el que va a conseguir que muchas de las personas que hoy tienen que construir el futuro de las organizaciones sean capaces de verse representadas, de verse escuchadas, y de verse entendidas. Solo desde ese liderazgo seremos capaces de impactar en una organización como nunca lo hemos hecho.

 

Liderazgo de equipos en remoto

Liderazgo_Equipos_Remoto

La actual situación de crisis por el Covid-19, ha promovido un significativo incremento del teletrabajo que hasta ahora tenía bajo impacto en España. Cuando la alerta por esta pandemia finalice, sin duda, el teletrabajo quedará arraigado en muchas organizaciones.

Es en estos entornos virtuales, donde los managers deberán mostrar sus habilidades de liderazgo. Habilidades que aseguren la obtención de resultados y la eficiencia operativa de sus equipos de trabajo: coordinados, alienados y comprometidos.

Liderazgo presencial vs Liderazgo en remoto

En base a mi experiencia como ejecutivo y consultor, y en base al estudio de numerosas investigaciones relacionadas, destacar los resultados del estudio de Know Your Team, en la que se entrevistó a numerosos managers y empleados que ya venían trabajando en remoto con éxito.

A continuación, quiero compartir con vosotros los cuatro aspectos más relevantes que los líderes en remotos hacen de manera diferente:

1. COMUNICACIÓN: de «hablar primero» a «escribir primero»

La mayor diferencia entre gestionar un equipo remoto y un equipo en persona es, obviamente, la comunicación. En entornos de trabajo remotos, la escritura toma gran relevancia; pero, la clave es que este tipo de comunicación sea lo más síncrona posible. Para ello, los managers que lideran eficazmente a sus colaboradores suelen utilizar herramientas de chats que permiten en tiempo real comunicarse, compartir ideas, generar conocimiento, almacenar y compartir archivos, etc.

Algunos de los comportamientos que desarrollan para comunicarse eficazmente los líderes en remoto son: escribir continuamente (un líder remoto pasa casi un 90% de su día escribiendo, en su mayoría, para su equipo); priorizar el diluvio de comunicación que llega a su equipo; preocuparse, también, por la calidad y frecuencia de su comunicación; y buscar la empatía con sus colaboradores, aun cuando resulta difícil porque no existe una relación en persona.

El líder en remoto, con el fin de superar este desafío, tiene que buscar cualquier oportunidad lógica para comunicarse directamente con su equipo y colaboradores, ya sea organizando reuniones periódicas o tácticas con sus colaboradores por video-conferencia, o bien realizando llamadas telefónicas o videollamadas, en vez de relacionarse por correo electrónico.

2. CONFIANZA

Como líderes, debemos generar mayores niveles de confianza y relación en los colaboradores, independientemente de si la relación es en persona o en remoto.

El profesor de IMD, George Kohlrieser, recientemente nos recordaba que el elemento clave para inspirar y comprometer a los colaboradores para que desplieguen su máximo potencial y obtengan el máximo rendimiento es la capacidad del líder para generar confianza; convirtiéndose, así, en “base segura” para los mismos.

Algunas de las mejores prácticas a tener en cuenta para colaborar eficazmente con el equipo remoto son: establecer reglas claras a seguir en torno a los procesos de comunicación (por ejemplo, las horas de trabajo, cuando comunicarse, tiempo lógico de respuestas a solicitudes, como deber ser intercambio de ideas y comentarios, etc.); saber correlacionar y especificar los diferentes canales de comunicación (correo electrónico, chat, videollamada, llamada telefónica…) con los temas a tratar en cada caso; respetar los necesarios silencios del equipo para facilitar su tranquilidad y proteger su tiempo de trabajo ininterrumpido de tu equipo; y tener claro las herramientas que los equipos remotos encuentran necesarios y eficientes para colaborar.

3. CONEXIÓN SOCIAL

Naturalmente, cuando el manager no se relaciona en persona con su equipo puede perder conexión con el mismo. Sin embargo, en este entorno el manager en remoto, como líder, tiene que saber fomentar una sensación de conexión; aun cuando no exista una ubicación física. Y este, sin embargo, es el reto más difícil para el manager en remoto.

A continuación, os detallo una buena práctica para que un líder en remoto promueva la conexión y las relaciones sociales, y elimine los rompehielos aburridos por otros inteligentes; construir un sistema de relación informal (¿por qué no organizar descansos de café en video entre miembros de su equipo?).

4. CONVERSACIONES RÁPIDAS Y DIFÍCILES

Decirle a un miembro del equipo algo que no quiere escuchar es bastante difícil; y, todavía más, cuando no se hace en persona y no se puede apreciar la comunicación paraverbal y no verbal de los interlocutores. Si no se hace adecuadamente, la comunicación puede resultar brusca y desmotivadora. Pero en los entornos virtuales, -donde los plazos y la productividad son relevantes-, encontrar una manera de tener conversaciones difíciles rápidamente es crucial. Los equipos remotos tienden a enfatizar las estructuras, los procesos y los hábitos que ayudan a forzar que las conversaciones difíciles ocurran antes.

A continuación, os propongo tres comportamientos críticos que un líder remoto ha de desarrollar para alentar a su equipo para que obtengan un desempeño excelente: olvidar las paranoias limitantes, cambiando la creencia de que si no supervisas en persona a tus colaboradores estos no rendirán adecuadamente y omitiendo la vigilancia continua, centrándose en los resultados y confiando verdaderamente en tus empleados; mantener reuniones individuales consistentes y rigurosas; y revisando el rendimiento de forma continua, como equipo y a nivel individual, basándose en el análisis de registros ligeros sobre varios puntos a lo largo del desarrollo del proyecto o del periodo de trabajo temporal del mismo, huyendo de una evaluación gigante y formal final.

 

Firma Invitada: Antonio Peñalver

 

 

 

Infografía_Liderazgo_Equipos_Remotos