Tuve la enorme suerte de participar en la Primera Edición del Proyecto Promociona, hace ya la friolera de siete años y, este año, CEOE lanza la octava edición. Cómo pasa el tiempo…

Y, aunque en aquel momento estaba enormemente ilusionada por haber sido seleccionada para participar en un programa de élite, dirigido a sólo cuarenta participantes entonces, jamás me pude imaginar cómo el anunciado programa para mujeres en la alta dirección, iba de verdad a tener un impacto tan fundamental en mi vida profesional.

En aquel momento había sido recientemente nombrada CEO de mi compañía. Sólo llevaba unos pocos meses en el cargo. Tenía muchas ganas de triunfar pero también muchos desafíos y no pocos miedos. Las típicas inseguridades de “¿valdré para esto?”, “¿daré la talla?”. Al mismo tiempo, no me parecía encajar bien en el marco temporal que manejaba. Acababa de ser madre de un bebé de menos de un año y tenía que llevar a cabo el carve-out de la compañía con la finalidad de realizar la venta de la misma, todo un reto. Aunque ya llevaba muchos años de experiencia sobre los lomos, me movía en un contexto totalmente nuevo para mí, con un bebé al que cuidar, fuera de la protección y estabilidad que me había garantizado mi compañía matriz durante muchos años. Eran momentos de volar sola y sin red, abrumada por la carga y la complejidad del trabajo y, este programa, que parecía una oportunidad única, simplemente me llegaba en el peor momento. O, quizá, en el mejor…

El Proyecto Promociona tiene la peculiaridad de unir a mujeres directivas que comparten tantísimas cosas en común vinculadas, por supuesto, a las responsabilidades de sus puestos pero también al talento, al compromiso, la resiliencia o la determinación. Esto es lo que entre las colegas de Promociona, conocemos y denominamos como “el espíritu Promociona”, #SoyPromociona. Un pegamento invisible que nos hace estar unidas por una química muy especial de colaboración entre nosotras, convirtiéndolo en ese aspecto diferenciador respecto de cualquier otro tipo de programas en los que haya participado.

El programa fue para todas las directivas que participamos una sorpresa más que positiva desde el primer momento. Todas respirábamos ese espíritu Promociona y esas ganas de cambiarlo todo. Al atractivo de contar con compañeras de primer nivel, tras un riguroso y exigente proceso de selección, se añade la magnífica dirección y organización de la CEOE, que ha ido incluso mejorando con las experiencias recogidas año tras año, así como la impartición de auténticas clases magistrales en una escuela de negocios de prestigio internacional y que contaba siempre con temáticas muy bien escogidas, de vanguardia y muy dirigidas a las necesidades de la óptica femenina.

Con Promociona gané autoestima, foco respecto de entender que no todo está en trabajar duro, sino en buscar el equilibrio en las facetas personales y profesionales sin que por ello estemos fallando a nadie. Por el contrario, entendiendo que con ello ganamos todos. Y también aprendí a dedicarme a encontrar los momentos para tejer la red de vínculos profesionales tan necesarios para sacarle el mejor partido a nuestro trabajo e incluso, para hacer grandes amigos. Me llevé de Promociona una red fantástica a la que puedo acudir en cualquier momento. Y entendí que los momentos no son buenos o malos, sino que nosotras, con nuestra determinación, los convertimos en los adecuados.

Precisamente por eso, en un momento tan complejo como el actual, marcado por la actualidad del coronavirus que nos deja tantas incertidumbres geopolíticas, económicas, laborales y familiares, como no las hemos tenido nunca, creo que es el momento más oportuno para dar ese salto. Las directivas no nos podemos quedar amilanadas ni atenazadas por los efectos de un COVID, en el que el talento femenino, demuestra ser la mejor herramienta de resiliencia para afrontar estos retos y convertirlo en una auténtica ventaja competitiva, no sólo para nosotras como individuos de pleno derecho, sino para el beneficio y desarrollo de la sociedad en general.