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Tecnología y talento: claves para liderar el futuro

La crisis que vivimos en la actualidad ha de enseñarnos que todo el sufrimiento vivido no puede ser en balde. Es tiempo de grandeza, tiempo de valores y de altura de miras. Un tiempo para trabajar juntos en la reconstrucción de España para liderar el futuro con un propósito y dirección decidido. Aunque a veces cueste mucho, no es tiempo de miedos, de enfados o de desconfianza. Definitivamente, es tiempo de ser parte de la solución y no del problema.

La crisis Covid-19 ha servido de catalizador de muchas líneas de tendencia previamente identificadas, especialmente, en el campo de la tecnología y el talento. La digitalización, el teletrabajo, la tele-asistencia, la formación online, el soporte técnico remoto, el comercio electrónico y, con ellos, la inteligencia artificial, la computación en la nube o la robótica móvil.

Nunca fue tan importante recurrir a la innovación y al talento como en el momento presente. Muchos han sido los ejemplos de desarrollos tecnológicos a nivel mundial realizados desde empresas e instituciones públicas que se han lanzado al mercado para luchar con las mejores herramientas contra la pandemia y su contagio.

Por una parte, han sido fundamentales los servicios de computación en la nube o cloud, que han permitido a muchas empresas continuar su actividad a través de sistemas de teletrabajo sin depender de una infraestructura en un lugar físico o en la oficina, y, por otra, las tecnologías de big data que, junto a sistemas de inteligencia artificial y machine learning, han proporcionado a los robots autonomía y habilidad para interactuar con el medio.

La Federación Internacional de Robótica estima que el mercado de la robótica se multiplicará por tres en los próximos cinco años alcanzando la cifra de 275 billones de dólares. La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto que la robótica colaborativa, tanto fija como móvil, complementa la labor de los humanos automatizando las tareas de escaso valor añadido y aumentando su seguridad. La robótica es también no sólo un aliado para una producción más competitiva y flexible, sino un colaborador eficaz para el control y desinfección del virus.

La robótica junto a las tecnologías facilitadoras que están en la base de la cuarta revolución industrial o Industria 4.0 son las que, junto al talento que lidere, desarrolle y conviva con la tecnología maximizando su valor, contribuirán a que nuestras empresas puedan superar y salir reforzadas de la crisis económica y social derivada de la Covid-19. Es el momento de que apostemos, no sólo las compañías, sino también las administraciones públicas, por la tecnología y el talento para convertirnos en un lugar atractivo para la innovación y la creación de valor.

En un mundo poscovid, los perfiles profesionales que ya se venían demandando en el campo de la Industria 4.0, asociados a los ámbitos STEM, serán todavía más claves en el proceso de digitalización acelerado que vivimos. Perfiles como analistas de datos, especialistas inteligencia artificial y machine learning o expertos en big data, entre otros, serán imprescindibles. No podemos olvidar, sin embargo, que dichos perfiles han de hibridarse y complementarse con todas las soft skills como la innovación, la creatividad, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, etc. Competencias todas ellas que no puede desarrollar un robot, pero sí un ser humano.

Es hora también de que las administraciones y las empresas demos la importancia que merece a la formación y educación en las áreas STEM. Es tiempo de ser valientes y ambiciosos en materia de formación y desarrollo del talento digital.

España, al igual que el resto de Europa, presenta un déficit de profesionales en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Pese a que estas disciplinas son las más demandas por las empresas, y las que conforman el panorama de los perfiles profesionales del futuro, en España tenemos unos porcentajes muy bajos de matrícula en estos estudios, tanto a nivel de grados como, muy especialmente, de técnicos de formación profesional.

Este déficit de estudiantes y profesionales es especialmente significativo entre la población femenina, existiendo una muy preocupante brecha de género en el ámbito del talento digital. Esta brecha ya existía antes del coronavirus y puede profundizarse si no ponemos en marcha programas de formación en ámbitos como la ciberseguridad, la analítica de datos o la programación, entre otros ámbitos.

De manera especial quiero destacar la importancia de las competencias de liderazgo en el momento presente, y de la incorporación de más mujeres en la alta dirección aportando las competencias claves del liderazgo extraordinario en tiempos de incertidumbre: propósito, empatía, inspiración, colaboración, trabajo en equipo e integridad.

La investigación de los profesores Zenger y Folkman, autores del modelo del liderazgo extraordinario, destacan que las mujeres puntuamos más alto que los hombres en la mayoría de las competencias de liderazgo (Vid. Women Score Higher Than Man in Most Leadership Skills”, en Harvard Business Review, 2019). Sin embargo, el porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo sénior se mantiene relativamente estable. Solo el 4,9% de los CEO de la lista Fortune 500 es mujer, alcanzando el 2% de los CEO del S&P 500 en Wall Street.

Los datos de la investigación de Zenger y Folkman muestran que las mujeres fueron evaluadas por sus superiores e iguales como sobresalientes a nivel de iniciativa, resiliencia, orientación a resultados e integridad. De hecho, eran más efectivas en el 84% de las competencias que evalúa el modelo del líder extraordinario, el más importante a nivel mundial a nivel de participantes e investigación.

Curiosamente, cuando se les pide a las mujeres que se evalúen a sí mismas sus puntuaciones no son tan altas, destacando especialmente la diferencia de puntuaciones a nivel de confianza respecto a los varones, especialmente en los primeros años de carrera.

En la actual coyuntura, necesitamos de la tecnología y del talento diverso para afrontar los nuevos retos económicos y sociales. Apostemos por ellos.

 

Digitalización en la Cumbre

La Digitalización ha cobrado especial protagonismo durante la crisis del COVID19.
Todo lo que se podía trasladar al ámbito digital, se ha hecho: trabajo, educación, ocio, relaciones sociales, etc.
Los expertos indican que se ha avanzado más en la digitalización en tres meses, que en cinco años.

La Digitalización ha sido uno de los términos más repetidos en la Cumbre Empresarial de CEOE, celebrada hace unos días. Se han referido a ella como una de las claves para acelerar la recuperación.
Por ello, hoy dedicamos este post a los líderes de empresas y organizaciones, para compartir sus palabras, en los que a digitalización se refiere.

 

«¿Qué ha pasado en esta pandemia en España? Que es como si nos hubieran metido en una cápsula del tiempo, y hubiéramos avanzado cinco años en digitalización.

¿Porqué decimos esto? Porque el teletrabajo se ha multiplicado por 7 veces, el comercio electrónico ha subido más de un 50%, y hemos visto demandas del Cloud en las empresas que teníamos previstas, en nuestro caso, para dentro de 5 años.(…)

Hemos tenido que meter a la economía en un congelador, y ahora lo que se trata es de ver cómo la descongelamos de la forma más eficaz posible, y ahí la digitalización y la sostenibilidad son los parámetros clave.(…)

De todas las crisis que España ha sufrido, desde el siglo XVI, hemos salido con innovación o con aranceles o con devaluaciones cambiarias o con una mayor integración comercial de mercado interior o exterior. Pero en este caso, sólo tenemos una herramienta, que es la innovación. (…)»

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Jose María Álvarez-Pallete

Presidente Telefónica

«El COVID ha puesto de manifiesto la relevancia de la tecnología en todos los ámbitos, y creo que tb nos ha marcado el camino de la recuperación, que no es otro que seguir apostando por la digitalización de la empresa y de las instituciones españolas a todos los niveles. Y esto se ha hecho latente en el comercio minorista.

La venta online ha crecido a ritmos que no habíamos visto nunca antes. Los españoles han descubierto nuevas enseñas y nuevas formas de comprar y se han dado cuenta de que internet es una ventana a una oferta comercial infinita. Creemos que no ha marcha atrás.

Sin duda, el COVID ha transformado definitivamente nuestra relación con el comercio electrónico.»

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Fuencisla Clemares

Directora

Google España

«(…) La capacidad de aprendizaje que ha demostrado nuestra Sociedad. No hay que tener miedo a emprender.  Hace 3 meses el 80% de la población no sabía lo que es Teams, no sabÍa lo que es Google Meet, no sabía lo que es Zoom, y ahora todos seguro que pueden dar opiniones directas de su propia experiencia (…)

Proponemos un gran pacto de estado para la formación en habilidades digitales. No sólo de las nuevas vocaciones en ciencia, tecnología, matemáticas, artes, etc, que es una inversión a futuro, sino también el reciclaje (reskilling) de todos los profesionales actualmente trabajando, darles habilidades, hemos visto que se puede hacer, nadie tiene que ser excluido de este cambio. Y el aprendizaje de nuevas habilidades (upskilling). Sin olvidar también la formación de los propios directivos de las empresas, necesitamos directivos digitales, y eso no quiere decir sólo directivos jóvenes, quiere decir directivos con mentalidad adecuada a lo que es el sigo XXI, y eso se puede hacer perfectamente.»

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Pedro Mier

Presidente

AMETIC

«(…) Ecommerce ha crecido exponencialmente en todas sus facetas (…) Este crecimiento no va a ser puntual, se queda, se va a convertir en estructural. Ya estamos viendo muchas empresas que fijan objetivos de negocio digitales del 20% y 30% (en empresa tradicional) (…)

La formación, no solamente de la fuerza laboral de las empresas, sino de la sociedad en general, en las competencias digitales necesarias, para operar en la economía digital, es la única garantía que tenemos como país, para progresar (…)

Esta crisis ha generado grandes cambios y grandes incertidumbres, pero también grandes oportunidades, y sin duda, la digitalización de la sociedad y de las empresas, serán palancas claves para nuestra recuperación y para la estabilidad y bienestar social de nuestro país »

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Irene Cano

Country Manager Iberica Facebook

« ¿Cómo será la salida de la crisis? Hemos visto que será lenta, pero estamos inmersos en un pleno proceso de revolución , la gente habla de 4ª revolución Industrial, a mí me gusta más llamarle la revolución tecnológica, por dos razones; 1º porque las revoluciones industriales anteriores han sustituido el músculo por la máquina, aquí estamos sustituyendo no el músculo sino la neurona por la máquina; en procesos como el big data, la Inteligencia artificial, estamos sustituyendo a la neurona. En 2º lugar, si a la gente se le dice que esta es la 4ª revolución industrial, dicen bueno ya hemos tenido tres, pues esto será en un ambiente de normalidad con las tres anteriores; yo creo que esta es muchísimo más profunda, muchísimo más onda, por eso me gusta llamarlo tecnológico.

Se ha dicho que esta salida tiene que venir por las ideas, la innovación y la digitalización

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Eduardo Serra

Presidente

DIGITALES

«Después de la peste, vino el renacimiento y esa es la actitud con la que afrontamos el futuro. Un futuro que vemos como un renacimiento acompañado de la digitalización y la innovación.(…)

En estos tres meses la digitalización se ha acelerado mucho más que en los últimos cinco años, y sobre todo, le hemos perdido el miedo, y creemos que esa inercia, debe continuar(…)

Las capacidades digitales, son unas de las palancas fundamentales que tenemos que activar (…)

España es el país, junto con Italia, que más ganancias en productividad obtendría, si somo capaces de eliminar este desajuste de competencias digitales.(…)»

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Carina Szpilka

Presidenta ADigital

General Partner

K Fund

«España reúne las condiciones para aprovechar la oportunidad de aspirar al liderazgo digital en Europa gracias a sus infraestructuras, la combinación de talento/capacidad de educación en materia digital o el referente que constituye nuestras empresas en mercados internacionales (…)

La digitalización no va de tecnología, sobre todo va de personas, tenemos que profundizar en el replanteamiento del sistema educativo para digitalizarlo más y dotar a nuestros futuros profesionales de capacidades digitales, no solo a los jóvenes, sino al talento senior(…)»

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Federico Linares

Presidente EY

«(…)La educación es un pilar clave y una piedra angular de cambio(…)

Una apuesta clara por reforzar nuestra estrategia industrial, tecnológica y de talento, para conseguir un PIB más balanceado, reducir las vulnerabilidades, consiguiendo una industria más fuerte, tecnológicamente avanzada, más competitiva y flexible, creadora de mas empleo y de empleo de más calidad, atractiva para nuestros jóvenes; jóvenes que deben estar listos para liderar y maximizar el valor de las tecnologías habilitadoras de la industria 4.0 y de una sociedad cada vez más digital.(…)»

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Verónica Pascual

Presidenta ASTI

«Los últimos cuatro meses el mundo se ha digitalizado a pasos de gigante. Más de 100 países adoptaron planes de confinamiento, trasladando el trabajo y los servicios al mundo digital. Este mundo digital que antes era paralelo y ahora parece principal. 1500 millones de estudiantes de 188 países distintos, más del 70% del total, pasaron a enseñanza en remoto. Las redes de internet aumentaron su tráfico entre un 20% y un 40%.

3 de cada 4 compañías preguntadas por cisco, han acelerado su plan de digitalización. De planes de digitalización que iban a ejecutarse en 1 a 3 años, hemos pasado a planes de digitalización que se han ejecutado en días o en semanadas. Y esto pasó también en la sanidad pública, en la educación, en la administración y tuvimos bastante éxito.

Creemos que es posible transformar esta crisis en oportunidad gigante para acelerar la digitalización de las empresas, la de los países y la de las comunidades, y es posible hacerlo para todos, de forma inclusive (…) Tenemos la tecnología, que es la vacuna digital para esta crisis»

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Andreu Vilamitjana

Director General CISCO España

«Inteligencia Artificial, Ciberseguridad, Tecnología cuántica, son tres tendencias tecnológicas absolutamente capitales y que van a transformar el mundo, tanto empresarial como a la sociedad.»

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Marta Martínez

Directora General

IBM EMEA

 

Como hemos visto, sus palabras nos dan grandes lecciones, pero también apuntan a los grandes retos en el corto, medio y largo plazo. Y todos ellos coinciden en que una herramienta fundamental para ello es la formación.

Desde CEOE Campus, queremos dar respuesta a estas empresas que quieren digitalizarse, y hemos diseñado programas que ayuden y acompañen a las empresas ante esa nueva demanda. La Transformación Digital de cualquier organización, ya no es una opción, y dotar de las herramientas y los conocimientos a las personas que van protagonizar ese cambio, es fundamental para su crecimiento y sin duda un elemento diferenciador respecto a sus competidores.

Ver programas Digitalización CEOE Campus.

Convenio por la formación en competencias digitales

Trabajo y Economía Social fomenta la formación en competencias digitales a través de convenios entre FUNDAE y 11 empresas tecnológicas.

Juan Carlos Tejeda, Director Educación y Formación de CEOE y Director de Programas de CEOE Campus, asistió al acto de firma de Convenios entre Fundae y Empresas Tecnológicas para la difusión y realización de cursos de formación en competencias digitales: Proyecto Digitalízate.

Digitalízate, es un proyecto fruto de la voluntad de colaboración público-privada que permite aglutinar en un único espacio una de las mayores ofertas formativas gratuitas en competencias digitales del Estado, que se verá incrementada en cantidad y diversidad con la firma de estos nuevos convenios.

A los cursos ya activos se unirán las instituciones presentes en este acto aportando, entre otros, los siguientes recursos formativos:

  • Banco de Sabadell: Redes sociales, productividad digital, big data, e-commerce, transformación digital, gamificación.
  • Bankia: Tendencias en banca digital, nuevo marco digital.
  • Centro de Estudios Adams: Transformación digital, teletrabajo.
  • Fujitsu: Transformación digital, herramientas colaborativas, ciberseguridad, tendencias digitales, tecnologías Cloud.
  • Fundación ONCE: Cursos sobre materiales digitales accesibles para personas con discapacidad, accesibilidad TIC en compras públicas, interacción persona-computador, asistentes virtuales y discapacidad, móviles accesibles para todos, y documentación accesible.
  • Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE: Ciberseguridad en smarts Toys, en redes wifi, copias de seguridad, Cloud computing, dispositivos móviles, ransomware, borrado seguro de información, etc.
  • Microsoft Ibérica: Más de cien cursos sobre Azure, IOT, Microsoft 365, Dymamics 365, Power Platform, Phyton, C#, Git, Inteligencia artificial, Power Apps, Cloud, etc.
  • Orange Espagne: Metodologías ágiles, educación en el uso de internet.
  • SAS Institute: Análisis estadístico, plataforma SAS Business Analytics, plataforma SAS Viya, SAS Studio, software JMP, SAS Customer Intelligence, Modelos Predictivos de Scoring son SAS/STAT. Con estos cursos, muy demandados en los entornos de Business Intelligence, Data Science o Big Data, se pueden adquirir conocimientos básicos de Programador SAS, Analista o Administrador SAS.
  • Structuralia: Scrum, BIM, Smart Cities, Ciberseguridad y datos, ingeniería 4.0, inteligencia artificial, Blockchain, DLT, Drones, etc.

 

 

Más información Proyecto Digitalizate: fundae.es

Más información Acto de Firma en mitranmiss.gob.es

Y de repente…el teletrabajo

teletrabajo

A nivel mundial, la humanidad se encuentra atravesando, actualmente, por uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas, debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. En lo que se refiere a España, lamentablemente, somos uno de los países más castigados por la pandemia, hasta el punto de que la mayoría de los habitantes padecemos el confinamiento propio del Estado de Alarma.
 
No sabemos cómo será nuestra vida cuando concluya este trágico episodio de nuestra historia, pero sí sabemos cómo es a día de hoy, y podemos extraer importantes conclusiones.
 
Es cierto que hay muchas personas que siguen desarrollando su actividad laboral fuera de sus casas. Son aquéllos a los que el resto de ciudadanos llamamos héroes, y me refiero a los sanitarios, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, a las personas que hacen posible que podamos proveernos de los elementos esenciales, a los guardias de seguridad, a los profesionales de la mensajería, a los encargados de la limpieza y mantenimiento, etc. Dicho esto, pido perdón por anticipado, por si me he olvidado de alguno de esos “colectivos de héroes anónimos” a los que aplaudimos todos los días desde nuestras ventanas.
 
El resto de trabajadores, al margen de los que intermitentemente han podido trabajar en la industria, la construcción y el transporte; nos hemos tenido que adaptar a una modalidad de trabajo que muchos no habíamos desarrollado de manera continua. Me estoy refiriendo, como no podía ser de otra manera, al trabajo a distancia o teletrabajo.
 
No puedo conocer el nivel de actividad o la productividad de todos los trabajadores que están realizando sus tareas desde casa, tan sólo puedo constatar el trabajo desarrollado por las personas de mi entorno laboral, más o menos reducido, en relación con los miles de personas que están en la misma situación en nuestro país; pero la conclusión a la que llegamos todos es la misma: la experiencia con el teletrabajo ha sido un éxito.
 
Sería imprudente asegurar que las personas con las que me he relacionado durante estas semanas de confinamiento son las más trabajadoras y eficientes de este país, pero si extrapolamos este nivel de actividad al resto de España, el trabajo a distancia nos lleva a un nivel de productividad más alto del esperado, aunque habrá que realizar un análisis a posteriori para confirmar, con datos, lo que hoy son buenas sensaciones.
 
Bien es cierto que los españoles solemos responder de una manera especialmente positiva a los avatares más negativos del destino, pero esta experiencia bien podría sentar las bases para incrementar la confianza de las empresas en esta modalidad de trabajo.
 
No debemos olvidar que el trabajo a distancia ha sido posible por la magnífica red de telecomunicaciones de la que disfrutamos en España, con un despliegue de fibra óptica mayor del que tienen instalados Francia, Alemania, Reino Unido e Italia juntos.
 
Las redes han podido con la sobrecarga de datos que ha transitado constantemente por nuestro país durante estas semanas, no sólo debido a las comunicaciones por vídeo o voz profesionales, que han sido muy numerosas, sino también por el incremento de las comunicaciones de carácter privado entre los cientos de miles de personas que estaban en sus hogares y que, por distintas situaciones, no tenían que desarrollar una actividad laboral. Estas personas, con más tiempo disponible y una lógica preocupación por sus familiares y amigos, también han intensificado sus comunicaciones, de todo tipo, con sus seres queridos, y podemos concluir que tanto la tecnología como las redes han respondido de una manera brillante.
 
Hasta en los momentos más duros y dramáticos podemos encontrar elementos positivos.
 
En ocasiones trato de parar un momento en la intensa actividad de estos días y reflexionar sobre el papel que está jugando la tecnología y las comunicaciones. Y trato de ser consciente también del enorme potencial tecnológico que llevamos en nuestros bolsillos, con verdaderos ordenadores capaces de realizar múltiples actividades hasta hace poco inverosímiles.
 
Y me da también por pensar cómo habría sido esta situación tan trágica para nuestra sociedad en los años 90. Me pregunto cómo habría sido todo esto sin el uso generalizado del correo electrónico, sin la posibilidad de remitir miles de datos en segundos, sin videollamadas, sin Internet, sin las comunicaciones móviles…A buen seguro que todo habría sido mucho más difícil, tanto en términos de productividad laboral como de entretenimiento.
 
Se podría decir que la respuesta de la sociedad y la tecnología son las lecturas positivas de este drama que nos está tocando vivir.
 
Pero también en estos días me acuerdo de todas esas personas que no tienen acceso a Internet o a otras comunicaciones a distancia, ya sea por falta de medios o por falta de formación. Hablamos de más cuatro millones de personas que no tienen acceso a Internet en España y que tienen mucho más difícil realizar gestiones con la Administración, recibir notificaciones, continuar con su ciclo formativo, o, incluso, hacer la compra online.
 
La tecnología y las comunicaciones móviles han sido nuestros grandes aliados en la crisis sanitaria que padecemos. Lamentablemente, hay una parte importante de la sociedad que no ha podido beneficiarse de ello.
 
En lo que respecta a la actividad laboral, recientemente, el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (ONTSI) ha publicado el Dossier de indicadores sobre uso del teletrabajo y trabajo en movilidad en España y Europa, que recoge los principales datos de la encuesta de uso de las TIC y el Comercio Electrónico en empresas, para el año 2019, y la encuesta de uso de las TIC en hogares del INE y Eurostat del año 2018. Este Informe refleja el nivel de preparación de las empresas españolas y el nivel de adopción del teletrabajo en España antes de la crisis del COVID-19.
 
Los principales resultados de este Informe, siempre tratando esta información de manera muy resumida, indican que España se encuentra muy ligeramente por encima de la media europea en lo que se refiere a proporcionar a algunos de sus empleados dispositivos portátiles con una conexión móvil a Internet para su uso empresarial. Como parece lógico, el porcentaje es mayor en las grandes empresas que en las pequeñas.
 
En lo que se refiere al uso del teletrabajo propiamente dicho, el Informe revela que el 19% de los españoles y el 21% de los europeos teletrabajaron, al menos una vez, en 2018. Entre las grandes economías europeas, destaca Reino Unido, con un porcentaje del 33%.
 
Si analizamos la frecuencia del teletrabajo, el 6% de los trabajadores españoles trabajaron todos los días o casi todos los días mediante la modalidad de teletrabajo, coincidiendo este valor con la media de la UE 28 y con Alemania. En el caso del Reino Unido (9%) y Francia (8%) la frecuencia de teletrabajo fue mayor, según los datos disponibles del año 2018.
 
Habrá que ver cómo el confinamiento en los hogares que estamos viviendo debido al COVID-19 puede influir en la forma de trabajar de los españoles en el futuro, sobre todo, si se alarga la problemática sanitaria. Y será, desde luego, muy interesante, conocer los datos del próximo Informe del ONTSI relacionado con el teletrabajo, donde ya se reflejen los resultados de la etapa post coronavirus.

 
En resumen, teniendo en consideración lo mucho que nos está ayudando la tecnología y la digitalización en estos duros momentos, resulta imprescindible hacer un mayor esfuerzo por digitalizar España y, por ello, las propuestas que incorpora el Plan Digital 2025, elaborado por la Comisión de Sociedad Digital de CEOE, son, en estos momentos, más oportunas y necesarias que nunca.
 

La ciberseguridad en el teletrabajo

Ciberseguridad coronavirus

Estamos viviendo unos días, que según parece podrán ser semanas, muy duras para la población, pero también para muchos empresarios, pymes, autónomos, que, después de bregar con las pasadas crisis, estaban empezando a levantar sus empresas, siempre con gran esfuerzo y mucha dedicación.

Es verdad que dichas crisis nos hicieron más fuertes, mucho más de lo que nunca pensamos que podíamos ser, y aprendimos a adaptarnos con rapidez para poder sobrevivir.

Pero, en todo caso, lo que no se planteó o imaginábamos bajo ningún supuesto, es que la actividad económica tuviera que estar sustentada en el teletrabajo.

En 2005 iniciamos lo que entonces se denominó “informatizar” a la ciudadanía y las pymes. Esto consistía tan solo en que los más pudientes tuviéramos un ordenador y un ADSL de 10MB ¡¡Total, nada!!.

Años después, surgió lo que hemos llamado “la digitalización”, que, por mi edad, me suena a lo mismo que “informatizar”, pero con tecnologías más avanzadas, con más posibilidades y mayor rapidez.

Ahora tenemos móviles inteligentes, portátiles, fibra a 600MB y un sinfín de tecnologías que, hace apenas 15 años, nunca pensamos que pudieran ser asequibles a la inmensa mayoría de ciudadanos y empresas.

Eso sí, ni entonces ni ahora, hemos tomado conciencia de que la ciberseguridad es un factor clave para el progreso, la digitalización y el futuro. Muchas empresas tienen implantadas algunas medidas de seguridad digital, tales como antivirus o VPNs corporativas. Sin embargo, todavía existen espacios por donde el ciberdelincuente puede actuar cuando el empleado trabaja desde casa.

Es más, esta crisis va a cambiar el paradigma de la delincuencia. El estado de confinamiento ha sacado de las calles a los delincuentes tradicionales, que tampoco pueden atacar los hogares que están permanentemente ocupados, por lo que la delincuencia también se va a trasladar al mundo digital.

Lo cierto es que no estamos capacitados para teletrabajar y eso se nota cuando nos comparamos con otros países. Por ejemplo, Suecia, Islandia, Holanda o Luxemburgo tienen por encima del 20% de su población activa preparada para el teletrabajo, alguno casi llega al 30%. Nosotros estamos apenas por encima del 3%, a la altura de países como Malta, Hungría o Grecia.

Pero, tampoco estamos preparados porque no existen las condiciones para ello. Muchas empresas no están preparadas técnica ni operativamente. Ni los empleados, en un país marcado por la cultura del presentismo, que no siempre cuentan con las condiciones adecuadas para trabajar en casa.

Independientemente de esta crisis coyuntural, el teletrabajo es una medida muy positiva que deberían implantar el máximo de empresas.

Hay muchísimos beneficios del teletrabajo: reducción de costes, mejora la eficiencia, ayuda en la flexibilidad y conciliación laboral. Pero, no sólo es eso. El teletrabajo permite reducir los desplazamientos al trabajo y, en consecuencia, mejorar el medioambiente haciendo que nuestras empresas sean empresas del futuro y se adapten a los nuevos tiempos que nos van a tocar vivir.

No quiero ser agorero, ni siquiera realista, pero lo que si está claro es que si no actuamos para preparar a nuestro país para salir de una crisis como esta del Coronavirus, y se tomen medidas para que se pueda implantar el teletrabajo en las mejores condiciones, posiblemente de la próxima no nos recuperemos.

La cuestión es, ¿qué podemos hacer?

Es muy sencillo, sólo hay que mirar atrás y revisar qué iniciativas han permitido impulsar cambios importantes en la sociedad.

Por ejemplo, en 2006, siendo Director General de Fundetec, con el apoyo de TODOS los partidos políticos representados en el Congreso de los Diputados, promovimos, y se consiguió aprobar, una ley que definía el programa Hogar Conectado a Internet (HCI) que concedía incentivos fiscales a las empresas para dotar a sus empleados de equipamiento informático y conexión a internet para su uso doméstico.

Estos incentivos permitían a las empresas la aplicación de una deducción de entre el 5 y el 10% en el Impuesto sobre Sociedades, y además, estos gastos de adquisición se consideraban como formación profesional, y no retribución en especie al trabajador, por lo que estaban exentos de IRPF.

Gracias al impulso de esta ley del 2006, se consiguió que, hasta el 2014, se adjudicarán más de 800.000 programas HCI, beneficiando a esos tantos trabajadores.

¿Que pasaría si para avanzar en el teletrabajo en España, hacer que fuera más extendido y, sobre todo, más seguro, se repitiera un programa similar, en donde se incluyeran herramientas de ciberseguridad como antivirus, WIFIs seguras, VPNs, etc.?

En estos momentos ya disponemos en España de tecnología VPN por 1€/mes , WIFIs seguras desde 20€/mes o antivirus por menos de 5€/mes, muchas de ellas, además, de empresas españolas.

Teletrabajar está bien, sin duda, pero debemos considerar que los entornos empresariales tienen infinita más seguridad que los del hogar, y seguir realizando nuestro trabajo desde casa, como si estuviéramos en la oficina, requiere no solo de ordenador y banda ancha, sino también de aplicaciones que lo soporten y seguridad que proteja ese entorno del hogar como si estuviéramos en nuestros puestos de trabajo.

Además, demanda poner en marcha nuevos procedimientos y herramientas para favorecer la comunicación de forma remota, implantar nuevas metodologías de evaluación del desempeño de los empleados basadas en objetivos, así cómo entrenar a los empleados a desarrollar su trabajo sin necesidad de tener supervisión constante.

En definitiva, esta crisis debe ser una oportunidad para poner a las empresas españolas a la vanguardia de la digitalización. Si hemos estado postergando esta tarea, es el momento de que agentes sociales, empresas y administraciones cojan el toro por los cuernos e impulsen medidas que permitan acelerar este proceso para estar preparados para la nueva era que se iniciará tras superar la crisis sanitaria.

 

Firma Blog Alfonso Arbaiza

La Formación en los tiempos del Coronavirus

Juan Carlos Tejeda

Cuando empezábamos a creernos que el conocimiento era un factor clave de producción empresarial y que la formación era una herramienta imprescindible para poder mejorar la competitividad de las empresas y la actualización de las capacidades profesionales, ha llegado el coronavirus COVID-19, y ha paralizado todo.

La formación presencial que se estaba impartiendo en las empresas se ha visto suspendida hasta que esta alerta sanitaria pase, manteniéndose únicamente la que se desarrolla a través de modalidad “a distancia” y “on line”, tal y como ha establecido el artículo 9 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo.

Resulta imprescindible que las diferentes administraciones públicas sean los suficientemente flexibles para que las empresas no tengan problemas en el consumo de sus créditos formativos, que aplican mediante bonificaciones en sus cotizaciones sociales, a la hora de sustituir las sesiones presenciales previstas por sesiones realizadas a través de medios telemáticos, como plataformas virtuales, videoconferencias, simuladores, etc., ya que todos los procesos formativos deben continuar.

No debemos olvidar que toda crisis puede suponer una oportunidad, y en este caso, esta formación on line, además del notable impulso que está suponiendo a la digitalización de nuestro tejido empresarial conformado mayoritariamente por pymes, contribuirá a que aquellos trabajadores que lamentablemente pasen a situación de suspensión temporal de empleo o al desempleo, reciban formación que les permita mejorar su cualificación y les facilite su rápida reincorporación al mercado laboral, para cuando esta situación por fin concluya.

No quiero olvidarme de todos aquellos profesionales que deben seguir trabajando durante estas circunstancias excepcionales en sectores como sanidad, limpieza, mantenimientos, etc. en los que necesitan seguir formándose de forma urgente e inmediata en materias como la “Gestión y tratamiento del Covid-19”, “Riesgos biológicos”, “Utilización de Equipos de Protección Individual (EPIs)”, etc., de forma que puedan seguir prestando sus servicios profesionales con la mayores garantía de seguridad e higiene en el trabajo.

Desde CEOE y su Instituto de Formación, CEOE CAMPUS, no podemos mirar para otro lado. Nuestro compromiso y corresponsabilidad social nos obligan a seguir realizando propuestas imaginativas y posibilistas y a continuar poniendo en marcha Programas de elevado impacto empresarial, como el Proyecto PROMOCIONA, Proyecto PROGRESA o el Programa de Lideres Digitales, para que la formación en nuestro país no se paralice y que, una vez salgamos de esta emergencia sanitaria, toda aquella formación que hayamos podido realizar nos ayude a mejorar la productividad y la competitividad de nuestras empresas, haciéndola equiparable a las que tienen los países de nuestro entorno.

 

Juan Carlos Tejeda
Director de Educación y Formación de CEOE.
Director de Programa e Innovación en CEOE CAMPUS.